Fondos “Next Degeneration”
La mítica picaresca española, a diferencia de la leyenda negra, es una realidad que no solo ha sido capaz de sobrevivir a los tiempos sino que se ha renovado y se ha adaptado a todo tipo de situaciones y circunstancias. Ha llegado tan viva al siglo XXI que ni siquiera la seriedad, el rigor y el celo de una alemana como Monika Hohlmeir ha sido capaz de entender qué pasa en España. La presidenta de la comisión de control presupuestario del Parlamento Europeo vino encabezando una misión que tenía como objetivo saber cómo se están gastando en nuestro país los fondos de recuperación económicos, los llamados “Fondos Next Generation”. Y se fue como vino. Aunque un poco más mosqueada.
Se ha quejado de falta de transparencia. Normal. Nadia Calviño, María Jesús Montero y José Luis Escrivá, los tres ministros con los que se entrevistó, debieron mover los cubiletes de los gráficos económicos con tanta velocidad que nuestra querida alemana sigue buscando todavía hoy dónde está la bolita. La misión europarlamentaria se volvió sin conocer con detalle la ejecución real del dinero enviado desde Bruselas y lo que es peor, tuvo que escuchar las quejas de grandes y pequeños empresarios y de muchos autónomos por la opacidad y falta de facilidades para acceder a los deseados fondos.
A Monika Hohlmeir y al resto de autoridades económicas comunitarias les preocupa, porque así lo han dicho, que no se conozca a los beneficiarios de las ayudas y que el dinero acabe en bolsillos diferentes a los inicialmente previstos. Un suponer, en algún ERE de empresas ficticias que benefician a familiares y amigos de los encargados de repartir. Que nos conocemos.
Y como nos conocemos ahora sí que podemos dar algunos nombres de los afortunados acertantes de la combinación ganadora: tito Berni (Juan Bernardo Fuentes Curbelo) ex diputado del PSOE por Canarias; su sobrino Taishet Fuentes, ex cargo público socialista; el general de la Guardia Civil retirado, Francisco Espinosa Navas (en prisión) y Antonio Navarro Tacoronte, el mediador que da nombre a la trama.
Si Monika Hohlmeir se hubiera entrevistado con ellos habría descubierto lo que los ministros del Gobierno de España no le enseñaron: la trazabilidad del dinero que nos manda Europa. Por ejemplo, si un empresario quiere vender placas solares en Canarias o incluso en algún país africano para contribuir al desarrollo de la energía limpia y renovable lo que tiene que hacer es ponerse en contacto con el tito Berni soltando de entrada unos 5.000 euros.
Después de visitar el Congreso de los Diputados podrá ir al despacho del general en la Guardia Civil y para celebrar que tan suculento negocio, financiado con los fondos europeos, está prácticamente cerrado se irán a celebrarlo a un restaurante de postín y después a un hotel con prostitutas. El tito Berni, que unas horas antes habrá votado en el Congreso contra la prostitución, le dará incluso un catálogo de chicas para que pueda elegir.
Que no se diga que en España no sabemos dónde está el dinero. Monika Hohlmeir puede estar tranquila. El juzgado de instrucción número 4 de Tenerife es el encargado de aclarar toda esta trama de los aún presuntos. Cuántos han sido los empresarios implicados y estafados y los nombres de otros diputados socialistas que, al parecer, participaron de algunas de las noches locas. Se aclarará hasta el último euro. Puede estar segura.
Es normal que con la modificación del delito de malversación le puedan entrar algunas dudas, porque también es verdad que el dinero de esta trama, al menos en buena medida, servía para dinamizar el sector hostelero y el de quienes viven del llamado oficio más antiguo del mundo. Y como dice Patxi López no es lo mismo que lo sustraído vaya al bolsillo de uno para enriquecerse que al de muchos que viven necesitados.
En España la tendencia a dar explicaciones cuando se trata del dinero que roban algunos es ninguna
Así que en líneas generales no hay de qué preocuparse. La Fiscalía (¿de quién depende la Fiscalía?) ni siquiera ha visto necesario el ingreso en prisión del tito Berni, aunque la jueza encargada del caso piense lo contrario porque cree que se pueden destruir pruebas determinantes. Qué mal pensada. Ni siquiera los medios de comunicación tradicionales creen que lo sucedido merezca más atención que, un suponer, las bajas temperaturas de estos días.
En España la tendencia a dar explicaciones cuando se trata del dinero que roban algunos es ninguna. Y eso en Europa deberían saberlo antes de venir aquí a perder el tiempo. Nunca nos vamos a entender. ¿Cómo dice que se llaman esos fondos?¿“Next Degeneration”?