Cómo le digo al abuelo que los nietos le pueden tomar el pelo
Hace unas semanas –vía WhatsApp-, recibí de nuevo un video con el sello Spanish Revolution. Título: ¿Cómo le explico al abuelo? La primera vez no lo abrí habida cuenta del carácter rancio –anticuado y retrógrado- que había percibido en los primeros videos enviados y leídos By Spanish Revolution. No quería repetir la experiencia. Por lo demás, el nombre de la productora me recordaba/recuerda el conocido libro del historiador Stanley G. Payne titulado precisamente The Spanish Revolution. No me apetecía volver a un pasado tan amargo.
Finalmente, decidí abrir -visualizar y escuchar- el WhatsApp. Me llamó la atención el título. No me equivocaba: un ejercicio oportunista de agitprop en la línea de la izquierda –marca de la casa- rancia. Y algo más. Se verá. Vayamos por partes.
¿Qué habría que explicar hoy al abuelo?
El vídeo –una poesía comprometida, en el lenguaje izquierdista- no admite dudas. Hay que explicar que ha vuelto la sinrazón y las águilas a los balcones, que todo lo obtenido está en tela de juicio, que vivimos sin memoria, que batallamos contra el olvido, la humillación y la pobreza, que tras huelgas y lucha por las condiciones dignas todo cae en saco roto, que tal vez los hijos no tengan becas para formarse, que habrá que ahorrar para tener una pensión, que se está sembrando en las mentes el discurso del odio, que vienen días cargados de inquina por las libertades que hemos conseguido, que el país se ha cimentado sobre una historia de mentira manchada de sangre, que hay total impunidad con la apología del genocidio, que vienen a aniquilar la Ley de Memoria Histórica y a arrinconar las fosas, que viene el fascismo.
El epílogo: «Pero yo al abuelo no tengo que explicarle nada. Porque él mira la tele y llora. Porque él mira la tele y no entiende, impotente. Porque tal vez tiene miedo de despedirse de esta vida con los ojos cansados de no haber mirado jamás a la justicia. Pero, abuelo, no te preocupes, que seguiremos luchando. Que mientras corra la sangre por estas venas no me callo. Que tenemos corazón. A la verdad y el amor de nuestro lado. La republicana al balcón y seguiremos amando. Abuelo, no te preocupes, que aunque siempre hayamos perdido, abuelo, no te preocupes. Que como dijo Machado: ‘Humanamente, humanamente ganamos’. Por los abuelos, abuelas y quienes y quienes ven cómo la historia se repite. No nos callaremos».
Así nos toman el pelo y nos cuelan un ‘fake’
Resulta que el video no es de Spanish Revolution, sino de Sergio Medina Viveros –exiliado chileno afincado en Suiza, comunicador social, fotógrafo, productor y director de vídeos y gestor cultural-, impulsado por la Corporación Solidaria UTE Usach de la Universidad de Santiago de Chile. Un “movimiento social y político de la década de los 60 y 70… que vivimos la negra noche del fascismo y sobrevivimos con dignidad, sin claudicar nuestros principios, ni valores y estamos por mantener viva la memoria de nuestro proceso que logró tantos logros para nuestra sociedad”.
Resulta que el video no es de Spanish Revolution, sino de Sergio Medina Viveros
Por ello y para ello, la Corporación Solidaria UTE Usach, para celebrar el treinta aniversario del fin de la dictadura de Augusto Pinochet –también, para denunciar la situación chilena según su criterio-, grabó, en 2021, el vídeo ¿Cómo lo explico al abuelo? A un abuelo de Chile.
Resulta que Spanish Revolution nos toma el pelo y nos cuela una fake si tenemos en cuenta que los amigos de la Revolución Española no advierten del origen y coyuntura del video. Sigue la fake: los amigos de la Revolución Española equiparan la presente situación de la realidad española –la derecha, claro- con algo parecido a la dictadura chilena de hace unas décadas.
Demagogia
La tomadura de pelo de nuestros revolucionarios de salón evidencia –para quien todavía dudara- la demagogia de la izquierda rancia. Ya lo dijo Aristóteles en su Política: en la democracia “los demagogos reciben homenajes [lean aplausos o alabanzas de quien oye lo que quiere oír] debido a su adulación al pueblo”. Esa adulación –concluye- que conduce a la corrupción moral. La demagogia como forma de gobierno y el pueblo que se deja seducir, ese es el mensaje del filósofo. Si ayer el demagogo -discurso engañoso, retórico, pasional e interesado- era el que subía a la Tribuna, hoy es el que se dirige al pueblo en la Red.
Aristóteles hizo más: con veinticinco siglos de antelación caracterizó al demagogo de nuestro tiempo, tomando como modelo al Cleón político y comerciante enemigo de Pericles: “Cleón, hijo de Cléneto, que se considera fue el que más dañó al pueblo con sus maneras apasionadas, y el primero que en la tribuna dio gritos y habló ceñido cuando los demás habían hablado con decoro” (Constitución de los atenienses).
Quizá se olvidaron del ‘copyright’
Así actúa una Spanish Revolution que, según se lee en su página oficial, proviene del 15-M –el denominado movimiento de los indignados-, que “sigue reivindicando la dignidad y la conciencia política y social”, que les “une una vocación de cambio”, que apuesta “por una sociedad nueva que dé prioridad a la vida por encima de los intereses económicos y políticos”, que “abogamos por un cambio en la sociedad y en la conciencia social”.
Por todo eso, “queremos demostrar que la sociedad no se ha dormido y que seguiremos luchando por lo que nos merecemos: una vida digna de ser vivida”. Loable, el empeño de nuestros demagogos de tres al cuarto.
Por todo eso –añaden-, “seguimos informando de todo lo que se cuece en el mundo y nos parece relevante, informaciones que muchas veces no salen en los medios de comunicación generalistas”.
Quizá se olvidaron -adrede, por supuesto- del copyright del texto chileno que citan indecorosamente. Ya se sabe que los derechos de autor son otra perversión capitalista.
Y ahora la cuestión que se nos plantea es cómo decirle al abuelo que su nieto le está tomando el pelo.