Uno de cada tres euros que ingresa Navantia proceden de contratos con Arabia Saudí
Navantia encuentra en Arabia Saudí al principal motor de sus ventas más allá de España. El país asiático, que se encuentra en el punto de mira después de que su principal operador de telecomunicaciones, STC Group irrumpiese en el capital de Telefónica con la adquisición del 10% de sus acciones, juega un papel clave en la cuenta de resultados de Navantia.
Y es que solo el contrato para la construcción de cinco corbetas para la Armada de Arabia Saudí generó un reguero de ingresos por valor de 383,5 millones de euros a lo largo del año pasado. Así se desprende de la memoria anual de la empresa pública. Se trata del programa que mayores ventas aportó a Navantia en 2022, superando a los 219,9 millones de euros percibidos por la construcción de los submarinos S-80 en Cartagena. También pulveriza los 143,2 millones que aportaron las fragatas F-110 que se comenzaron a fabricar en el astillero de Ferrol y de las cuales la primera de ellas ya protagonizó la puesta de quilla el pasado mes de agosto.
De esta forma, solo el contrato para la construcción de cinco corbetas para Arabia Saudí supuso el 28,6% de la cifra de negocio de Navantia en un 2022 al que dio carpetazo con unos números rojos por valor de 96,9 millones de euros (frente a los 86,2 millones del año anterior). La empresa pública española vio elevada la contribución de Arabia Saudí a su mix de ingresos tras, precisamente, concluir el ejercicio con un nuevo hito en este contrato.
A vueltas con el nuevo contrato
No en vano, Navantia entregó el pasado mes de diciembre la tercera de las cinco corbetas construidas en sus astilleros de la Bahía de Cádiz. El acto, que se realizó en la costa andaluza, se produjo tres años después del corte de chapa. A él acudieron el comandante de la Real Marina Saudí, el vicealmirante Fahad Bin Abdullah Al-Ghofaily; la exministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto; el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, o el chief technology officer de SAMI, Mohammad Alkhatani, entre otros.
Maroto aseguró durante el evento que la entrega de la corbeta marcaba «un nuevo hito en las relaciones entre nuestros dos países, que se han reforzado en los últimos años gracias a la confianza del Reino de Arabia Saudí en la empresa pública Navantia”. Además de las dos corbetas pendientes que se están construyendo en la Bahía de Cádiz en el marco de este macrocontrato valorado en 1.800 millones de euros, la empresa pública estrechó aún más sus lazos con el país asiático con la firma de un memorando de entendimiento.
Fue en noviembre del año pasado cuando se selló este documento bajo el cual se contemplaba la fabricación de cinco nuevas corbetas para Arabia Saudí. Según el cronograma fijado, la decisión definitiva se tomaría a finales de 2023, momento para el que estaba previsto que se ultimasen todos los detalles de un pedido que, previsiblemente, colmaría las necesidades de los astilleros de la Bahía de Cádiz.
La decisión final
La decisión final está en manos de Khaled bin Hussein Al-Bayari, viceministro de Defensa de Arabia Saudí. Su condición de alto cargo también en la saudí STC habría provocado, según el diario El Mundo un frenazo en los avances para este memorándum hasta que se no resolviese la compra del 10% de Telefónica por parte de la empresa arábiga, una cuestión que se encuentra bajo el escrutinio del Gobierno español.
Sin embargo, portavoces de la empresa propiedad de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) comunicaron a EFE que «las conversaciones técnicas bajo el MoU -memorando de entendimiento- firmado» continúan en firme. La compañía descartaba así un posible impacto en este contrato como consecuencia del desembarco de STC en Telefónica.
En esta línea, la ministra de Defensa, Margarita Robles, recalcó en un acto celebrado este viernes que no le consta que Arabia Saudí haya retenido el encargo a la empresa española. «No me consta ni creo que tenga absolutamente nada que ver con eso (la irrupción del grupo saudí en Telefónica), afirmó Robles. En cualquier caso, ha dejado claro que «el Gobierno español nunca aceptaría ningún tipo de intercambio en ese sentido».
Además de estos vínculos comerciales, Navantia cuenta con dos sociedades participadas en el país asiático. Una es Navantia Arabia Limited, que fue constituida a comienzos de 2022 y está controlada al 100% por la empresa pública. A ella se suma SAMI Navantia Naval Industries. En este caso, Navantia es propietaria del 49% de las acciones de esta compañía.
El 51% restante es titularidad de Saudi Arabia Military Industries (SAMI). Se trata precisamente de la empresa pública saudí con la que Navantia selló el primer acuerdo para la construcción de cinco corbetas y que tiene como objetivo convertir en un gigante armamentístico a nivel mundial de cara a 2030, año para el cual prevé tener a 40.000 trabajadores en nómina.