Sandra Ortega gana más de 200 millones con Rosp Corunna, pero pincha en el ladrillo
Sandra Ortega pasa página a sus desventuras empresariales a golpe de resultados. El holding de la mujer más rica de España, hija del fundador de Inditex, volvió a transitar por la senda de los beneficios en el ejercicio de 2021, dejando atrás los números rojos, y lo hace de nuevo un año después. Al cierre de 2022, los resultados consolidados de Rosp Corunna presentan unas ganancias netas de 203 millones de euros; eso sí, con una sustancial caída del 17,8% frente a los 247 millones de un año antes.
El holding de Sandra Ortega ha visto cómo su patrimonio neto se reducía en un año, desde los prácticamente 6.000 millones de euros a 5.557 millones del cierre de 2022, con un retroceso de algo más del 6%. Y tiene una explicación para ello. “La variación de la cotización de la participación en Inditex entre el cierre de 2022 y el de 2021 se registra directamente como ajuste de valoración en el patrimonio neto del grupo”, dicen sus gestores.
Reinversión de todo el beneficio
“La evolución de los resultados y del patrimonio neto de la compañía confirman una gestión adecuada de la actividad del grupo durante el ejercicio 2022, con notables efectos positivos en el negocio y en el valor de las inversiones”, explican.
El grupo va a reinvertir en su actividad “la totalidad de los beneficios generados”, de esos 203 millones de euros, “destinándolo a realizar nuevas inversiones y al desarrollo de los proyectos en curso”, señala el equipo de Sandra Ortega, que asegura que mantendrá su estrategia “de inversión y gestión de activos, basada en la reinversión de los ingresos obtenidos con una correcta diversificación geográfica y sectorial”.
Deterioro de Room Mate
Rosp Corunna tiene como principal activo una participación de un 5% en Inditex, de la que es su segunda accionista. Además, mantiene otro 5% en Pharma Mar. Y a través de Rosp Corunna Participaciones Empresariales, la pata de las inversiones en empresas, todavía declara un 30% de Room Mate, que ha sufrido un convulso proceso concursal con liquidación exprés. La crisis de la cadena hotelera de Kike Sarasola atrapó a Rosp con unos créditos que ha deteriorado en las cuentas de 2022 y que suman 87,6 millones, de los cuales unos 60,7 millones figuran en el pasivo anotados a corto plazo.
En lo relativo a la gestión de activos inmobiliarios, el grupo obtiene rentas por el alquiler de los locales en los que invierte, de manera directa o a través de filiales y, eventualmente, plusvalías por desinversión en activos inmobiliarios. Las inversiones inmobiliarias directas del grupo se sitúan en Europa y Estados Unidos. Y es precisamente en este aspecto donde pincha Rosp Corunna en 2022.
Pérdidas en la pata inmobiliaria
Por segmentos de negocios, el grupo hace una división general teniendo en cuenta el financiero e inmobiliario, y no deja lugar a dudas de su evolución en las cuentas del año pasado. Así, la primera, la división financiera, aportó al resultado de explotación unos 171 millones de euros. Ahí se enmarca la participación en Inditex. Mientras, en ese mismo período, la división inmobiliaria registró un resultado de explotación negativo de 20,8 millones.
El año pasado, las participaciones dieron a Rosp unos ingresos que contabilizó como prestación de servicios de 177,5 millones, mientras que el área inmobiliaria generó 42,8 millones en ingresos. En total, más de 220 millones. El contraste en cuanto a la aportación de estas áreas a los resultados es relevante en las cuentas, con esa caída del ladrillo, ya que en 2021 ambas divisiones habían generado beneficios de explotación: unos 190 millones para el área financiera, y otros 11,8 millones el segmento inmobiliario.