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Las derrotas de Sandra Ortega en el caso Room Mate abren la puerta a demandas millonarias de la banca

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Si Kike Sarasola ha sido el gran superviviente en la caída de Room Mate en manos del fondo Angelo Gordon, la crisis de la hotelera ha tenido también su lista de damnificados. No solo Sandra Ortega, que controlaba el 30% del capital, ha sufrido daños. También la banca acreedora, que no ha podido recuperar en el proceso concursal la financiación concedida a la compañía.

Las entidades financieras, entre las que están Deutsche Bank, Abanca,  Société Générale, Banca March o Bankinter, tienen, eso sí, una bala en la recámara. Parte de los créditos otorgados a Room Mate, alrededor de 150 millones, estaban garantizados por las comfort letters de Rosp Corunna, las famosas cartas de patrocinio que desencadenaron el enfrentamiento judicial entre Sandra Ortega y su ex número dos, José Leyte.

El revés judicial de Sandra Ortega

Por este motivo, la querella presentada por la inversora contra el antiguo gestor de su fortuna tenía especial relevancia para la banca. Sandra Ortega ponía en cuestión su responsabilidad y la de Rosp Corunna en la concesión de esas garantías, al acusar a Leyte de haber falsificado su firma y de haber respaldado la concesión de créditos a Room Mate contraviniendo sus instrucciones. Pero la mujer más rica de España no tiene fortuna en los tribunales. Como sucedió hasta ahora con todas las querellas que presentó contra su ex número dos, la Justicia tumbó sus argumentos.

Como avanzó este medio, la Audiencia Provincial de A Coruña ratificó el archivo de la causa al no ver indicios de delito por parte de Leyte. Explicaron los magistrados que, aunque hubiera simulado en algunos casos la firma de Sandra Ortega, tanto la inversora como la dirección de Rosp Corunna eran conocedoras de la vigencia de esas comfort letters. «La versión incriminatoria, como hemos visto con demasiadas fisuras, implicaría por lo demás establecer, al margen de la actuación que se reprocha al investigado, una suerte de dejación de funciones por los distintos responsables de la oficina», dice el auto.

La responsabilidad de Rosp Corunna

El naufragio de la querella no solo deja una derrota judicial más en el casillero de Sandra Ortega, también articula un relato jurídico sobre lo acontecido en Room Mate. La resolución de la Audiencia Provincial deja claro que la dirección de Rosp Corunna, incluido el actual número dos del grupo y sustituto de Leyte, José Antonio Fresnedo, conocían las comfort letters, y deposita en ellos y en Sandra Ortega la responsabilidad de que continuaran vigentes. Es en ese escenario en el que puede apoyarse la banca para presentar reclamaciones contra Rosp Corunna.

De hacerlo, no sería una sorpresa, pues los propios bancos ya pidieron al juez que se investigara la responsabilidad de Sandra Ortega en la concesión de las cartas de patrocinio. Deutsche Bank, Abanca, Bankinter y Société Générale se personaron como perjudicados en la querella contra Leyte y el banco alemán incluso llegó a interponer otra querella en el marco del procedimiento en la que calificaba de «inverosímil» la acusación de Sandra Ortega contra Leyte. «No es creíble que la administradora única de Rosp no se enterase de la modificación de las garantías”, señalaba la entidad financiera, asegurando que existe “un escenario de actuación defraudatoria por parte de la empresaria contra los bancos ahora personados”.  

Los recursos de apelación de la banca y la querella de Deutsche fueron rechazados por la Audiencia Provincial, alegando que, por simple economía procesal, debían cursarse en otro procedimiento y no añadirse a la valoración de la querella de Sandra Ortega.

Rosp Corunna no provisionó

A cierre del ejercicio 2021, y aún después, avanzado 2022, cuando Rosp Corunna formuló sus cuentas, Sandra Ortega no había dotado provisión alguna para hacer frente a las posibles reclamaciones de los bancos por las comfort letters. La memoria de ejercicio del holding especifica que “la administradora única de la sociedad dominante no ha otorgado ningún tipo de garantía» a las deudas de Room Mate, de lo que «ostenta sólidas evidencias y, por lo tanto, no estima necesaria la provisión de dichas cantidades”.

La compañía confirmaba también en su memoria que “ha recibido determinadas reclamaciones no judiciales por parte de algunas entidades financieras» en las que le reclamaban que se hiciera cargo de » deudas de sociedades vinculadas por importe de 150 millones aproximadamente», coincidiendo con la cifra aportada por Deutsche Bank en el juzgado.

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