Rueda sale en defensa de Vox y rechaza «demonizar» los pactos con Abascal
En los últimos tres años, Vox ha pasado ser el partido que «está contra Galicia», como decía Alberto Núñez Feijóo en la antesala de las elecciones autonómicas de 2020, a ser un partido «constitucional» y, desde luego, mejor que Bildu, como dice ahora el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, después de otra oleada de pactos de gobierno de su partido con la extrema derecha avalados por su predecesor en el cargo.
El líder del PP gallego, entrevistado en San Caetano por Europa Press, contrapuso a la formación de Santiago Abascal con Bildu, que llevó a condenados de ETA en sus candidaturas de las pasadas elecciones municipales del 28 de mayo. «Vox no ha hecho eso, ni creo que lo hagan jamás. Ahí todavía, sinceramente, creo que hay diferencias», agregó Rueda. «Vox es un partido constitucional. Me niego a esa demonización«, proclamó.
La defensa del partido de ultraderecha llega en un contexto marcado por los pactos del PP en la Comunidad Valenciana, Aragón o Extremadura y en la antesala de las autonómicas gallegas, que se celebrarán el año que viene si Rueda no decide adelantarlas. El presidente autonómico ha rechazado juzgar a compañeros de su partido que han optado por la vía de aliarse con Vox para formar gobierno y ha reiterado que repudia «la demonización de cualquier intento de pactar con Vox» frente a la «bendición y absoluta normalidad» en el espectro de la izquierda de hacerlo, por ejemplo, con formaciones independentistas, algunas con «prófugos de la justicia» que han puesto en riesgo «el Estado constitucional» –en alusión a Junts y Carles Puigdemont–.
En realidad, algunos compañeros, como María Guardiola en Extremadura, declinaban un pacto de Gobierno con la formación de Abascal, pero acabaron presionados para hacerlo. Rueda, por ahora, no tiene esos problemas. De hecho, ha celebrado no tener que estar en esta situación y, sin clarificar qué haría si en las próximas autonómicas Vox entrase en el Parlamento gallego y él necesitase sus apoyos para seguir como presidente, ha respondido que su objetivo será que no consiga más representación institucional de la que tiene ahora: una concejala en Avión, un municipio ourensano de menos de 2.000 habitantes.
A su juicio, el factor diferencial en Galicia es que el PP «da batallas culturales y de identidad de Galicia que entienden muchos votantes». Vox nació «en un momento de debilidad evidente» del PP en el ámbito estatal, argumentó, pero confía en la capacidad de Feijóo para volver a aglutinar el voto de este espectro ideológico. De hecho, aunque «no todo», ha defendido que ya el 23J, la primera cita con las urnas a la concurre en el ámbito nacional, ya consiguió «concentrar una parte importante del voto útil». «Vox disminuyó apoyos, con lo cual yo creo que lo mismo que conseguimos en Galicia estos años, él está empezando a conseguirlo en España«, ha defendido.
Apoyo a Feijóo, pese a la decepción electoral
En la línea de cada dirigente del PP gallego que se ha pronunciado tras las generales, Rueda también ha cerrado filas con Feijóo tras aparecer algunas voces, entre ellas la de Esperanza Aguirre, que lo hizo en público, que sugerían la posibilidad de un cambio de jefe de filas con el foco en la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
«Estoy seguro de que no hay nadie ahora mismo en el PP que suscite el apoyo unánime que suscita Feijóo. Incluida la señora Ayuso», ha reivindicado, antes de minimizar la relevancia de las expresiones utilizadas por su compañera madrileña, quien admitió en una rueda de prensa que le estaban llegando mensajes pidiéndole ponerse al frente del partido, que dijo no estar «ni abriendo».
En la misma intervención, aunque para expresar el respaldo a su jefe de filas, Ayuso empleó una frase no exenta de polémica al advertir que no se podía estar el jueves (previo al 23J) «en un mitin con Feijóo, aplaudiéndole», y al martes siguiente «tirándole por un puente».
Rueda ha relativizado estas cuestiones y ha insistido en que no cree que la dirigente madrileña tenga «intención» alguna diferente a la de él mismo, «con independencia de frases más o menos afortunadas»: que Feijóo logre los apoyos que necesita y que sea investido presidente del Gobierno. «A veces quieres expresar algo y no te sale bien», ha justificado.