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El ex director general de Inditex, Rodríguez Cebrián, gana más con los bares que con sus inmobiliarias

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El 2022 no fue un año especialmente rentable para el matrimonio formado por Juan Carlos Rodríguez Cebrián y Dolores Ortega, el ex director general de Inditex y la sobrina de Amancio Ortega. Si Marlolan, el principal brazo inversor de la pareja, entró en pérdidas el año pasado, también Inversiones Saona registró números rojos por valor de 344.000 euros, incrementando ligeramente los del año anterior. Esta sociedad, que tiene al exdirectivo de Inditex como administrador único, controla las participaciones del negocio de ocio nocturno que desplegó en A Coruña en asociación con los hermanos Luis Miguel y José Domingo Diz. También controla tres inmobiliarias y la participación del 24% en otra: Álvarez Conchado y Reisa.

El balance del pasado ejercicio deja como tónica dominante la rentabilidad en el negocio hostelero, que venía de pasar un muy mal trago con la crisis del Covid, y las pérdidas en la actividad vinculada al ladrillo. De hecho, salvo la promotora Alvarez Conchado y Reisa, donde Saona tiene una participación minoritaria, el resto de sociedades acabó 2022 en rojo. Dricar de Inversiones obtuvo un resultado negativo de 45.000 euros; San Ginés Gestión de Inversiones perdió más de 18.000 euros; e Inversiones Peroxa, más de 85.000 euros, según consta en las cuentas depositadas en el Registro Mercantil.

Frente a estas cifras, el negocio hostelero finalizó con un resultado positivo. Está repartido en seis sociedades: Dux Coruña, que logró beneficios de 237.000 euros; Jac Coruña (142.000 euros), Amura Puerto (36.000 euros), El Pelícano Galicia (22.000 euros) y la Marina de Pura (53.000 euros), filial propietaria del restaurante El Huerto, en los cantones de A Coruña. La única hostelera con pérdidas fue J&L Spain y ni siquiera llegaron a los 2.000 euros.

Cabe matizar que Marlolan, la mayor sociedad inversora del matrimonio, sí que obtuvo importantes beneficios a través del negocio inmobiliario de Altramund y Valoria, pues la primera logró ganancias de 1,2 millones y la segunda de 23.500 euros. En cambio, la filial que administra el Hotel Peregrino de Santiago, perdió más de 100.000 euros.

La huella en la ciudad: Pubs, inmobiliarias y un aparcamiento

Saona tenía a cierre del pasado ejercicio un patrimonio neto de 114.000 euros, muy disminuido respecto al casi millón de euros que mostraban las cuentas de 2021, mientras que los activos de la sociedad se situaban en los 21 millones. Marlolan es mucho más grande, con 172 millones en activos y 168 millones de patrimonio. Entre las dos conforman las piezas clave en la family office, dejando una fuerte huella en la ciudad. Además del ocio nocturno de la zona del puerto, Dolores Ortega y Rodríguez Cebrián también suman la concesión del aparcamiento y el mercado de la Praza de Lugo a través de Saite, sociedad participada por el Santander. Rodríguez Cebrián también fue asesor del Deportivo. Dolores Ortega, por su parte, es una de las gallegas de Forbes, con una fortuna estimada por la revista en 450 millones. Su madre, Primitiva Renedo, supera estas cifra, con un patrimonio de 650 millones, según los cálculos de Forbes.

Al margen de los resultados negativos de las inmobiliarias, la empresa acabó en pérdidas por el incremento de la partida de gastos financieros, que superaron los 470.000 euros. Estos mayores gastos anularon la mejora de la cifra de negocio y de los ingresos financieros, todo ello a pesar de que Saona redujo la partida destinada a gastos de personal. El resultado de explotación ya mostró números rojos por valor de 33.000 euros, mientras que las pérdidas finales fueron de 344.000 euros.

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