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La planta coruñesa de Resonac dispara ventas un 50% y gana 21 millones, a la espera de crecer con Alu Ibérica

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La fábrica de Resonac (antigua Showa Denko) en A Coruña, dispara sus resultados a la espera de hacerse con los terrenos de la antigua Alu Ibérica, que, si todo sale según lo previsto, servirían para que ampliase sus instalaciones actuales y, además, pusiese en marcha una fábrica de grafito para ánodos de baterías de coches eléctricos. De hecho, la compañía de origen japonés aguarda la resolución del administrador concursal que, previsiblemente, dará luz verde a la oferta presentada por las instalaciones de la antigua Alcoa junto con la energética Ignis, que a su vez plantea un proyecto de hidrógeno verde complementario con el que promueve en Langosteira.

Así, con un proyecto entre manos que la Xunta califica de prioritario por la generación de empleo aparejada y su naturaleza, que lo hace susceptible de recibir fondos Next Generation, el gigante nipón aguarda las resoluciones de los PERTE del vehículo eléctrico y la descarbonización con los deberes hechos. Según su última memoria remitida al Registro Mercantil y consultada por Economía Digital Galicia, el pasado 2022, la sociedad Resonac Graphite Spain, con domicilio en la carretera de Baños de Arteixo, en A Coruña, y de la que pende la actual factoría herculina, cerró el año elevando sus activos de 200 a 377 millones de euros y con un patrimonio neto de 120 millones, por debajo en este caso de los 146 millones que sumaba en 2021.

Incrementa ingresos y beneficios

La cifra de negocio de la compañía se estiró el año de la inflación en más de un 50%, de los 152,6 a los 232,8 millones de euros, mientras que el beneficio neto pasó de 14,9 a casi 21 millones de euros, casi un 40% más. El resultado de explotación, el propio de la actividad del negocio, se elevó de 19,2 a 29,2 millones de euros. La sociedad no ha repartido ningún dividendo ni en 2022 ni en 2021, cuando abandonó los números rojos.

El incremento de los activos de la sociedad tiene su origen en la reestructuración societaria acometida el año pasado, cuando Showa Denko pasó a denominarse Resonac. Así, Showa Denko Carbon Spain absorbió a Showa Denko Carbon Spain Holding, una sociedad cartera cuyo objeto social era “la gestión y administración de acciones y participaciones sociales representativas de los fondos propios o el capital social de sociedades residentes y no residentes en España”. El proyecto de fusión hizo que la sociedad absorbente adquiriese todos los activos y pasivos de la anterior. La resultante, posteriormente, adquirió la nueva denominación de Resonac Graphite Spain.

Gran consumidora energética, el pasado año, la fábrica de A Coruña recibió una subvención de 2,25 millones de euros por la asignación de derechos de emisión de efecto invernadero.

La clave del acero

En su informe de gestión los administradores de la compañía indican que durante el pasado año se produjo un descenso generalizado de la producción de acero en Europa, asociados a la guerra en Ucrania, el incremento de los precios eléctricos y el gas. En el caso español, la producción se redujo un 19%, lo que también habría influido en el aumento de los ingresos. En el caso de la factoría coruñesa, el volumen de producción de la fábrica fue del 84% de su capacidad, frente al 90% de 2021.

La compañía cerró el ejercicio con 177 empleados. Una cantidad que, previsiblemente, se elevará, si finalmente sale adelante su proyecto conjunto con Ignis, que pasa por hacerse con los antiguos terrenos de Alu Ibérica, gestionados por un administrador concursal tras la quiebra de la firma. Los sindicatos indicaron precisamente la semana pasada que esperan que los extrabajadores de la malograda factoría de aluminio primario puedan ser recolocados con las propuestas de Resonac y de Ignis.

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