Reganosa eleva a 12 millones su negocio exterior a la espera de su revolución renovable
Reganosa cumplió 15 años de actividad en Mugardos inmersa en un nuevo proceso de transformación. La regasificadora se convirtió primero en gestor de la red gasista, papel que solo tenía Enagás en España; después acometió un proceso de internacionalización que le permitió expandirse a Italia, Malta, Ghana o Kuwait; y ahora afronta la revolución renovable liderando proyectos de hidrógeno verde con socios como EDP, Repsol o Naturgy.
El camino trazado por el proyecto que arrancó como una terminal de GNL para tareas de almacenamiento y regasificación en Ferrolterra no ha sido lineal o acumulativo. El acuerdo que firmó este año con Enagás para convertirse en accionista de una segunda regasificadora española, la de El Musel, conllevó también la venta de su red de 130 kilómetros de gasoductos. En consecuencia, Reganosa pasó a controlar el 25% de la planta asturiana y Enagás se queda, de nuevo, como único transportista de la red.
La operación parece garantizar la conexión gallega a la red de hidrógeno, clave para los nuevos proyectos renovables de la regasificadora de Mugardos y para otras iniciativas que han germinado en Galicia al calor de la descarbonización y el auge del hidrógeno verde. El primer accionista de la compañía es Gadisa, el grupo de la familia Tojeiro, y el segundo la propia Xunta.
El negocio exterior de Reganosa
El año pasado, Reganosa obtuvo 10 millones de beneficio, una disminución respecto a los 13,2 millones de 2021. La cifra de negocio alcanzó los 65,5 millones, elevándose un 6,8% respecto al ejercicio anterior. El grueso de los ingresos procede de la actividad en España, donde realizó 28 operaciones de descarga de buques (26.593 GWh), nueve cargas (1.238 GWh) y 3.751 cargas de cisternas (1 098 GWh), con un uso medio de la terminal del 55%, según consta en las cuentas presentadas por el holding que controla la compañía gallega.
En los mercados internacionales, Reganosa obtuvo 12,5 millones, superando los 11 millones del año anterior. Esta facturación se corresponde con los servicios que presta fundamentalmente en Italia, Malta, Ghana y Kuwait para la gestión de terminales de GNL. A estos territorios se sumará también Alemania, donde operará una terminal en Brünsbuttel, en la desembocadura del río Elba. El negocio del transporte de gas que acaba de traspasar a Enagás aportó 7,7 millones a la cifra de negocio.
Pérdidas en Ghana
La regasificadora de Mugardos es adjudicataria de la gestión de tres tipos de terminales de GNL: totalmente a flote, como las de Alemania y Tema (Ghana); completamente en tierra, como la de Oristano (Italia); y mixta, que actualmente solo es la de Delimara (Malta).
A pesar del aumento de ingresos, el negocio exterior de Reganosa no aportó un resultado positivo debido a las pérdidas en Ghana, de algo más de dos millones. Las filiales de Malta e Italia lograron beneficios, pero insuficientes para compensar los números rojos en el país africano.
La apuesta renovable
Reganosa, que cerró el pasado ejercicio con unos activos de 283 millones y un patrimonio neto de 210,8 millones, apostó por las renovables y, particularmente, por el hidrógeno. La compañía construirá junto a EDP una planta de hidrógeno verde mediante electrólisis de hasta 100 MW en As Pontes. Utilizará el agua del lago y nuevas fuentes de energía renovable para abastecerse y alcanzar una capacidad productiva anual de hasta 14.400 toneladas de hidrógeno. Esta iniciativa captó 24 millones de fondos europeos para una inversión estimada de 156 millones.
En realidad, la alianza de EDP y Reganosa es más amplia y pretende movilizar unos 780 millones de inversión para incorporar proyectos de generación y almacenamiento limpios en siete municipios del entorno de As Pontes.
La regasificadora también forma parte de los socios que pretenden hacer de Meirama un hub del hidrógeno. Junto a Repsol y Naturgy levantará una planta con 200 MW de potencia y una producción total de 30.000 toneladas anuales de hidrógeno renovable, que servirá para abastecer la refinería de la petrolera en A Coruña. Reganosa, por tanto, es un actor clave en las dos zonas de transición justa, las afectadas por los cierres de las térmicas de Naturgy y Endesa.