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Repsol en Langosteira: así es el millonario proyecto de biocombustibles
Repsol se vuelca con las inversiones en Galicia en plena revolución energética. La compañía que preside Antonio Brufau se abre a las tecnologías verdes con sus proyectos con el biometano, el hidrógeno y también unos biocombustibles que ya se abren paso en su complejo industrial de Meicende.
La cotizada española lleva ya dos años fabricando biocombustibles en su base de operaciones en A Coruña. Repsol utiliza aceite de cocina como materia prima para la fabricación de estos biocombustibles y recientemente selló un convenio con la Xunta de Galicia mediante la cual habilitará puntos de recogida de estos residuos por los que, a cambio, pagará 30 céntimos el litro.
Transformación de su esquema logístico
La hoja de ruta de Repsol marca el objetivo a nivel global de producir dos millones de toneladas anuales de biocombustibles a partir del año 2030, motivo por el cual se espera un impulso para este tecnología en la que Punta Langosteira se perfila como pieza clave en materia logística. Según una presentación interna de la Autoridad Portuaria de A Coruña, la compañía prepara un proyecto para transformar «el esquema logístico del complejo industrial de A Coruña».
Repsol inauguró el pasado mes de marzo su nueva terminal en Punta Langosteira con el objetivo de trasladar a estas instalaciones los trabajos de descarga de crudo que históricamente se han centralizado en el muelle interior. La compañía dedicó 126 millones de euros a esta inversión. El pantalán tiene capacidad para el atraque de buques de hasta 200.000 toneladas y está unido a la refinería a través de un poliducto, pero, según la Autoridad Portuaria de A Coruña, Repsol tiene en el punto de mira futuras ampliaciones de sus instalaciones en Punta Langosteira en función de su «toma de decisiones» y la llegada de «fondos europeos».
Estas nuevas ubicaciones apuntan a convertirse en una pieza del engranaje del proyecto de biocombustibles de Repsol en Galicia. Además, según la Autoridad Portuaria, entre las «principales líneas de desarrollo» de Repsol en Punta Langosteira se encuentran un posible proyecto de «district heating» o calefacción urbana. Se trata de un sistema de producción centralizada de calor y frío para su posterior distribución a través de una red de tuberías.
También se encuentra el «biojet». Este último es un un bicombustible sostenible que, mezclado con el queroseno convencional, permite una reducción significativa emisiones netas de un avión. Esta tecnología no es desconocida para Repsol, que ya produjo sus primeros lotes de biojet en el complejo industrial de Bilbao en el año 2020 como primer paso en su objetivo `para alcanzar la neutralidad en carbono en el 2050. Estas son algunas de las iniciativas que Repsol ha sondeado o tiene en fase de estudio sin que todavía haya trascendido una decisión final sobre las mismas.
Primera gasolinera con combustible 100% renovable
En clave coruñesa, Repsol ha subido el ritmo de producción de biocombustibles en su complejo industrial de Meicende y, de hecho en los últimos meses ha cumplido varios hitos. Por un lado, su planta estrenó el pasado verano un descargadero de cisternas para depositar el aceite usado. Por otro, la compañía anunció el pasado mes de agosto la apertura en el municipio de Coirós de “la primera estación de servicio donde se va a poder repostar un combustible 100% renovable”, tal y como explicó el director general de transformación industrial de Repsol, Juan Abascal.
El directivo también reveló durante su intervención el pasado verano que el complejo industrial de A Coruña utilizó en 2022 más de de 195.000 toneladas de materia prima de distintos tipos para fabricar biocombustibles y que para este año está previsto un aumento del 30%, hasta alcanzar las 265.000 toneladas.