Los PERTE de Stellantis, Altri y el hidrógeno, la eólica en tramitación, Navantia… ‘Stand by’ para la nueva industria
El adelanto de las elecciones generales deja en el tintero algunos de los principales deberes del Gobierno con la nueva industria. Nombres propios como Altri, Stellantis o Navantia tienen un ojo puesto en el calendario del Ejecutivo antes de la disolución de cortes ante la amenaza de que esta situación de provisionalidad acabe trastocando a los calendarios de medidas clave para estas compañías.
Y es que, por ejemplo, Stellantis aguarda por la segunda convocatoria del PERTE para el Vehículo Eléctrico y Conectado (PERTE VEC). La multinacional con plantas en Balaídos (Vigo) y Villaverde (Madrid) se adjudicó ayudas por valor de 15 millones de euros en la primera convocatoria, una cantidad casi 30 veces inferior a los cerca de 400 millones que recibió el grupo Volkswagen para la fábrica de Seat en Martorell y de Volkswagen en Navarra.
Stellantis se postula como una de las principales empresas que concurrirán a este PERTE cuya convocatoria estaba prevista para el mes de junio. Ahora, tras el adelanto electoral -para ese entonces las Cortes estarán ya disueltas (lo harán el 30 de mayo)-, los tiempos aprietan. «Es muy importante para nosotros porque tenemos que tomar decisiones importantes sobre inversiones y dependen de las ayudas de este PERTE«, afirmó el CEO de Seat y presidente de la patronal de la automoción (Anfac), Wayne Griffiths, tras la reunión anual del Cercle d’Economía.
A este respecto, el ministro de Industria, Héctor Gómez, prometió a Griffiths que la convocatoria tendrá lugar en el mes de junio con independencia del adelantamiento electoral. Se trata de la segunda fecha que da el Gobierno para la puesta en marcha de esta convocatoria, que inicialmente estaba prevista para el primer trimestre, según había defendido en su momento la predecesora de Gómez en el cargo, Reyes Maroto.
De Altri a Navantia
También por los PERTE suspiran empresas como Altri. La pastera lusa proyecta la puesta en marcha de un complejo de fibras textiles en el municipio lucense de Palas de Rei con una inversión de 850 millones de euros. Sin embargo, la compañía no ha tomado todavía su decisión final sobre si ejecutará esta inversión, debido, en buena medida a la incertidumbre que todavía rodea a todo lo relacionado con la financiación.
De hecho, PPdeG y PSdeG aprobaron en el Parlamento de Galicia (con la abstención del BNG) «con garantías» a las convocatorias de los distintos PERTE. Tras descartarse su propuesta de crear un PERTE específico para dar encaje a la inversión de Altri, una de las opciones que cobra más fuerza pasa por trocear el proyecto en 17 partes para concurrir a diferentes convocatorias, según desveló el conselleiro de Facenda, Miguel Corgos.
Otro nombre propio que ve trastocados sus planes por el adelanto electoral es Navantia. El astillero gaditano de Puerto Real aguarda desde hace semanas por la orden de ejecución del primero de los dos nuevos BAM de apoyo a submarinos encargados por la Armada Española.
El plan del Ministerio de Defensa para poner en marcha un buque que releve al Neptuno en estas funciones lleva en pie desde el año 2017 sin que desde entonces se haya llegado a materializar. Además, el presidente de la empresa pública (Ricardo Domínguez) prometió a comienzos de año que el inicio de las tareas de construcción arrancaría en mayo. Ahora, con apenas un día por delante para que finalice el mes, la previsión queda desdibujada y confirma un atraso que podría hacerse mayor ante un adelanto electoral que amenaza con alterar el calendario para Navantia.
¿Viento de cara para la eólica terrestre y marina?
Las elecciones generales tendrán lugar el próximo 23 de julio, tan solo dos días antes de que se alcance una fecha marcada en rojo en el calendario de los principales promotores eólicos. No en vano, el 25 de julio se cumple el siguiente hito en la tramitación de parques terrestre.
Y es que la hoja de ruta establece que todos aquellos parques eólicos que obtuvieron la declaración de impacto ambiental favorable en la contrarreloj del pasado mes de enero deben recibir autorización administrativa previa antes del 25 de abril y la autorización administrativa de construcción antes del 25 de julio.
En el caso de Galicia, son 2.856 megavatios los que lograron el beneplácito de la Xunta (2.200 megavatios a través de 77 proyectos) y Gobierno (656 megavatios) y se preparan para el inicio de construcción en la comunidad.
Estos 2.856 megavatios que se tramitan con la eólica terrestre en Galicia son algo menos de la mitad de los 6.357 que se proyectan en las aguas de la comunidad. Estos 6.357 megavatios se corresponden a las iniciativas que se están canalizando a través del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
El departamento que encabeza Teresa Ribera aprobó el pasado mes de febrero los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM). En ellos se identificaba a un área de 2.500 kilómetros cuadrados de aguas frente a la costa gallega como de alto potencial para el despliegue de esta tecnología.
Sin embargo, una vez consumado este paso clave todavía queda otro: las subastas. Las previsiones iniciales del Gobierno apuntaban a finales de año como la fecha escogida para adjudicar esta instalación de parques eólicos marinos, unas estimaciones que podrían sufrir variaciones de calado ante el cambio de escenario por el adelanto electoral.