Pelillos a la mar entre Renfe y Talgo tras la polémica de los trenes Avril
La crisis generada por los retrasos en la entrega de los trenes Avril no ha supuesto un freno en la relación entre Renfe y Talgo. La operadora pública ha decidido extender el contrato que tiene con la constructora para el mantenimiento de su flota de alta velocidad en España hasta 2027 por 181 millones de euros.
Según ha informado este lunes Talgo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), se trata de una extensión al actual contrato de mantenimiento para las flotas de trenes Talgo de alta velocidad de la serie S130 y S730, propiedad de Renfe y operados en España.
Talgo espera que el contrato, comunicado al fabricante de trenes por parte de Renfe el pasado 27 de julio, se firme y formalice «en las próximas semanas».
Las cuentas de Talgo
En el primer semestre, Talgo obtuvo un beneficio neto de 7 millones, un 31,7 % más que en el mismo periodo del año anterior, impulsado por una mayor actividad industrial.
Asimismo, elevó sus ingresos un 33 % hasta alcanzar los 288,6 millones, gracias al aumento de la actividad de fabricación, tendencia que Talgo espera que se consolide en los próximos años.
Un año y medio de retraso
A mediados de julio la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez afirmó que los trenes Avril entrarán en funcionamiento en noviembre, un año y medio más tarde de lo que estaba previsto en un principio. La entrega de estos trenes supone alta velocidad a ciudades como Santiago, A Coruña, Pontevedra y Vigo.
Estos retrasos han generado una gran polémica; la propia Renfe anunció en su día que estudiaba imponer penalizaciones a Talgo por incumplimiento de contrato. Por su parte, la Xunta reprochó al Gobierno central la tardanza. La llegada de los Avril para circular en Galicia y llevar la alta velocidad al resto de ciudades gallegas –a mayores de Ourense– estuvo comprometida primero para primavera y después para verano de 2022