Pablo Isla encaja los primeros números rojos en su nueva productora
La nueva aventura empresarial de Pablo Isla está de estreno. Fonte Films, la productora audiovisual que fundó tras su salida de Inditex, ha presentado sus primeras cuentas, aunque escasamente representativas del estado de salud del proyecto, pues comprenden solo cinco meses de actividad: desde su constitución en julio del año pasado hasta el cierre de ejercicio, sin que pusiera en marcha producción alguna en el periodo. Todo dentro de lo normal en un sector que requiere de bastante más tiempo para cocinar las iniciativas y todavía de más para medir su rentabilidad.
Fonte Films cerró el ejercicio sin generar ingresos, solo gastos, y con unas pérdidas de 215.000 euros. El patrimonio neto era negativo por valor de 165.000 euros y los activos estaban valorados en 1,17 millones, una cifra elevada a estas alturas de la película.
Préstamo participativo de 1,25 millones
Si de algo sirven los primeros números de la productora es para conocer el punto de partida del proyecto. Y desvelan una cierta ambición. Eso denota, al menos, el préstamo participativo que concedieron los socios a la empresa por valor de 1,25 millones, una inyección de capital para comenzar a andar.
Además del expresidente de Inditex, forman parte del consejo de administración de Fonte Films Carla Pérez de Albéniz, ganadora del Goya a la mejor dirección de producción por El Desconocido; y María Jesús Román, la responsable legal. Ellos tres lideran el proyecto, que tiene también como consejeros a Fernando Isla, hermano de Pablo Isla, y a Francisco José Serna Gómez, Abogado del Estado, antiguo jefe de la Asesoría Xurídica de la Xunta y ex secretario general y secretario del consejo de administración de Caixa Galicia, entre otros cargos. Serna Gómez parece asentado entre los hombres de confianza del exdirectivo de Inditex, pues también es administrador de la sociedad patrimonial de la familia, Lalita Inversiones, en la que figuró en su momento como administradora solidaria María de la Vega, mujer de Pablo Isla.
El balance de Fonte Films no aclara a quién corresponde la concesión del préstamo, simplemente, señala que parte de los socios de la productora. «Las operaciones con vinculadas se realizan a precios de mercado, habiéndose producido un préstamo participativo valorado en 1,25 millones por parte de socios con su correspondiente devengo de intereses a precio de mercado», señala la memoria de la empresa. A consecuencia de este préstamo, Fonte Films tiene una deuda a largo plazo de 1,26 millones y una liquidez de 1,07 millones –el depósito bancario con el préstamo concedidos–, lo que facilita la asunción de proyectos.
Una oficina, una trabajadora y mucha ambición
Desde una oficina alquilada en Madrid por algo más de 10.000 euros anuales, Fonte Films nació «con múltiples y ambiciosos objetivos: desarrollar proyectos de gran calidad técnica con vocación global, apostar por nuevas formas de expresión audiovisual y transmitir apoyo y confianza a todos los equipos implicados en un marco de gestión eficiente», en palabras del propio Isla, que incorporó al equipo de la productora a su hijo Santiago Isla.
En los cinco meses que duró el primer ejercicio de Fonte Films, la empresa abonó 130.000 euros en salarios, aunque entre el personal solo figura una trabajadora fija. Los consejeros, según consta en la memoria de ejercicio, no han recibido retribución alguna por sus funciones, ya que la única remuneración recibida «por parte de uno de los miembros del consejo de administración» ha sido por «las funciones realizadas como empleado de la sociedad».
