Origen, calidad y compromiso, la fórmula del éxito de Leyma
Galicia cuenta con un papel protagonista en el sector lácteo del país. El 40% de la leche que se produce en España procede de la comunidad. Esta importante presencia en el mercado nacional es posible gracias a la actividad de firmas como Leyma, compañía del Grupo Lence, que desde el año 1962 trabaja para poner en valor el consumo de la leche que se produce en Galicia.
Uno de los pilares básicos que sustenta el funcionamiento de la compañía es el de «devolverle a la tierra parte de lo que recibimos de ella». Por este motivo, desde Leyma apuestan 100% por el entorno gallego centrando en él su actividad, desde las compras hasta la producción.
Compromiso con los ganaderos gallegos
Hablar de la historia del sector lácteo supone hablar de Leyma, una de las marcas más emblemáticas gallegas. Su actividad supone un importante impulso para el sector agro gallego: todos sus ganaderos reciben contratos estables a precios justos que contribuyen a mantener el campo vivo.
Con todo ello se consigue un producto con un gran sabor que cuenta con el sello de Galicia Calidade y el sello Galega 100%. Y es que la calidad es un punto muy importante dentro de la cadena productiva de la empresa. Por este motivo, se realizan unos 2.500 análisis mensuales. En cada explotación se recogen muestras de leche in situ que posteriormente se analizan en el Laboratorio Interprofesional Galego de Análise de Leite. Además de ello, cuando la leche llega a la planta, se analizan también cada uno de los tres depósitos independientes de cada camión para asegurar en todo momento tanto las propiedades naturales y la calidad del producto.
Todas las granjas proveedoras del Grupo Lence cuentan con la certificación Welfair de Bienestar Animal emitido por Aenor. Para obtener este sello, que avala las buenas condiciones en las que se encuentran los animales en las ganaderías, se analizan 4 principios fundamentales –buena alimentación, buen alojamiento, buena salud y comportamiento apropiado– dentro de los que se evalúan 12 criterios medibles de bienestar animal diferentes, pero complementarios entre sí.
Tras analizar cada uno de estos parámetros, las ganaderías proveedoras del Grupo Lence consiguieron una valoración final buena. El proceso de certificación se llevó a cabo en un plazo de 10 meses, algo que supuso un gran esfuerzo tanto del equipo de campo de la compañía como de las propias explotaciones que, en todo momento, han mostrado su fuerte compromiso con la mejora de las condiciones de vida de los animales.
Esta certificación supone un paso más en el impulso de la compañía a la mejora de las ganaderías de sus marcas para incrementar el bienestar de los animales y conseguir el mejor producto.
‘É leite, é Leyma’
Bajo el lema ‘É leite, é Leyma’ de su nueva campaña, la compañía del Grupo Lence hace hincapié en la importancia que supone llevar acompañando durante seis décadas a las familias y la sociedad gallega hasta convertirse en la leche de Galicia por excelencia.
«Hay una bebida que nos junta alrededor de una mesa desde hace más de 60 años en Galicia. Desde Ribadeo pasando por Tui y Verín, hasta Fisterra». Es uno de los mensajes que se trasladan en el video promocional de una campaña –que también tiene presencia en prensa online y papel, y en instalaciones exteriores en la vía pública– con la que la firma continúa fomentando el consumo de la leche 100% gallega en un contexto de grandes incertidumbres para el sector lácteo como las provocadas por la falta de servicios, la mala conectividad, la falta de trabajadores el cambio climático o la masculinización y el envejecimiento de la población rural.
Este recuerdo a la trayectoria de Leyma dentro de los hogares gallegos se suma al realizado hace unos meses con el que se recuperó la emblemática vaca que acompañó a la enseña desde su creación en 1962. Con este reposicionamiento de marca no solo se apelaba a la tradición y la historia de la compañía, sino que también trataba de reivindicar el vínculo de la empresa con el sector lácteo gallego y con los ganaderos gallegos.
Con este cambio de imagen, aclamado por los consumidores, la compañía busca evocar la infancia de muchos gallegos a través de su historia y aprovechar este recorrido para acercar la tradición y el origen de la firma a las nuevas generaciones. Todo esto poniendo en valor un producto de primera necesidad y sin perder de vista la importancia de la sostenibilidad del sector y la necesidad de apostar por el producto local. En definitiva, es la única manera de mantener vivo el sector lácteo gallego.