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Mercadona y Jerónimo Martins: polémica en los Gobiernos de España y Portugal con sus grandes supermercados

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En mitad de una crisis inflacionaria que golpea las economías de todo el mundo, España y Portugal navegan la situación con muchos puntos en común. Más allá de la excepción ibérica para topar el precio del gas, en estos momentos, ambos países, o más bien sus Ejecutivos, atraviesan una particular polémica con sus grandes grupos de distribución. Esta semana, Pedro Soares dos Santos, el presidente del consejo de administración de Jerónimo Martins, grupo dueño de la segunda cadena del país, arremetió con dureza contra el Gobierno de António Costa.

Soares negó que el sector de la distribución tenga responsabilidad en la inflación alimentaria y, al contrario, acusó al Estado de ser “quien más se ha beneficiado” con la subida de precios.

“El Estado portugués fue quien más se benefició con la inflación y quien menos hizo por la gente”, dijo el ejecutivo durante la presentación de los resultados del grupo correspondientes a 2022. “Creo que el Gobierno, presionado por toda la contestación social, intenta desviar atenciones”, dijo, para opinar que “el mejor apoyo que se puede dar es la reducción de impuestos a las familias”.

¿Reducción del IVA en Portugal?

Las airadas críticas del presidente de la compañía dueña de Pingo Doce se produjeron un día después de que Costa, primer ministro luso, abriese la puerta a bajar el IVA de los alimentos con el objetivo de rebajar la inflación. Eso sí, insistió en que esta operación sólo se llevaría a cabo si implica una “reducción efectiva” del precio para el consumidor. De hecho, en un debate en el Parlamento, la oposición le indicó que esta medida no había sido efectiva en España “donde no bajaron los precios”. El dirigente político indicó que su Ejecutivo estaba trabajando con el sector de la distribución y reiteró: “Sólo tiene sentido reducir el IVA si hay una correspondencia en la reducción del precio y en su estabilización”.

Soares arreció en sus críticas e indicó que nadie del Ejecutivo se había puesto, de momento, en contacto con ellos y que, de llegar a existir estas conversaciones, se realizarán con la Asociación Portuguesa de Empresas de Distribución (APED).

«Capitalismo despiadado»

La polémica en Portugal guarda similitudes con la vivida recientemente en España después de que la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, acusase al presidente de Mercadona de ejercer un “capitalismo despiadado” al estarse “llenando los bolsillos” con una crisis inflacionaria que ha disparado los precios de la cesta de la compra básica. La dirigente apuesta por una intervención estatal de la cesta de la compra que pase por topar el precio de los alimentos o bonificar en un 14% los productos básicos de la cesta de la compra.

Si bien las declaraciones de la ministra levantaron una polvareda –la CEOE pidió “respeto” para el empresariado y criticó una “estrategia desprestigio”– Roig se mantuvo mucho más tibio que su homólogo luso. El pasado 14 de marzo, en la presentación de los resultados anuales de la compañía, en los que marcó récord, el ejecutivo se limitó a decir que “respeta todas las opiniones”, aunque no las comparte. “Me siento orgulloso de cómo tratamos al cliente, al trabajador y al capital. Si los impuestos están bien gestionados, se generan beneficios para todos”, esgrimió. Por otro lado, y sobre la posibilidad de contener el precio de la cesta de la compra, el empresario aseguró que se trata de “un brindis al sol” ya que la medida, aseguró, tendría un impacto negativo en la calidad de los productos.

Los números de los supermercados

Pero, ¿cuáles son los números de estos dos grandes supermercados? Mercadona es el líder de la distribución en España tras alcanzar en 2022 un beneficio neto de 718 millones de euros, un 5,6% más. La facturación se incrementó un 11% hasta los 31.041 millones de euros. En la presentación de resultados Roig indicó que los productos habían incrementado su precio de media un 12%, del que había repercutido al público un 10%. “Asumir un 2% es muchísimo para nosotros y supone 600 millones de euros”, dijo Roig. La compañía destacó que para minimizar el impacto de la inflación acabó por reducir márgenes en 0,6 puntos, que sitúan la rentabilidad de la compañía en una de las más bajas de su historia reciente: 0,025 vendido frente al 0,027 de 2021.

Por su parte, el grupo de supermercados de Jerónimo Martins, con cadenas en Portugal, Colombia y Polonia, obtuvo un beneficio de 590 millones de euros, un notable 27,5% más en un año, reconoció, «marcado por una subida generalizada de precios» en sus tres mercados. Esta situación derivó en que las ventas aumentasen un 21,5% hasta los 25.385 millones de euros.

En la información remitida al equivalente luso a la CNMV (se trata de una cotizada), la compañía destaca el nivel alcanzado del margen Ebitda, que refleja «una reducción de 0,3 puntos porcentuales hasta el 7,3%, lo que refleja un aumento de la inversión en precio y el impacto de la inflación en los costes». Esta magnitud es superior a la que presenta Mercadona, de un 5,2%.

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