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Mensaje de Nueva Pescanova a Cooke: volverá a ganar dinero en un año

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El incremento de los costes el año del estallido de la guerra de Ucrania y de la inflación llevó a Nueva Pescanova a unas pérdidas netas de 53 millones de euros en 2022. Con unas ventas tan solo un 1% inferiores, de 1.074 millones de euros –con lo que mantiene el podio como primera pesquera de España–, la compañía en manos de Abanca vio cómo su resultado de explotación pasaba de 37,4 millones a un negativo de 9,5 el ejercicio cerrado el pasado 31 de marzo. Números complicados en medio de las negociaciones de venta que la entidad propietaria mantiene con la canadiense Cooke. No obstante, la histórica compañía con sede en Chapela tiene claro que en un año conseguirá darle la vuelta al calcetín y regresar a negro.

Lo indican los administradores de Nueva Pescanova en el informe de gestión que acompaña a sus últimas cuentas anuales. En ellas, la empresa indica que “el impacto de la guerra de Ucrania y sus consecuencias en la inflación, la depreciación del euro frente a otras divisas y las tensiones en la cadena de suministro han provocado que en el ejercicio terminado el 31 de marzo de 2023 el grupo haya empeorado sustancialmente sus cifras respecto al anterior y presente un resultado negativo de 53 millones”. Ante lo abultado de las pérdidas, la compañía ha puesto en marchar una serie de medidas “tanto de mejora de costes como operacionales y financieras que se reflejan también en el presupuesto del ejercicio que terminará el 31 de marzo de 2024, en el que los resultados de explotación vuelven a ser positivos, al igual que ha ocurrido en años anteriores”. Es decir, Nueva Pescanova asegura que en marzo del año que viene logrará alejarse, de nuevo, de los números rojos. Una previsión que torna clave en medio de un proceso de venta.

Deuda y negociaciones

Fue precisamente en abril de este año cuando Abanca comunicó que había llegado a un acuerdo con Cooke para negociar en exclusiva la venta del 80% de Nueva Pescanova y con el pacto de que la financiera retendrá el 20% del capital y la compañía mantendrá marca y sede en Vigo. Ya entonces, cuando las cifras del pasado ejercicio no se conocían, se especulaba con que uno de los principales escollos de la firma a la hora de articular una venta estaba en su abultada deuda, que se acercaba a los 400 millones de euros.

El pasado ejercicio, el ebitda de Nueva Pescanova pasó de 80 a 21,3 millones de euros. La deuda, aunque continúa elevada, se redujo. Según el balance consultado por Economía Digital Galicia, la deuda a corto pasó de 238 a 198 millones de euros (con entidades de crédito 126 millones frente a los 184 de un año antes). La deuda a largo plazo se redujo de 153 a 132 millones de euros, siendo de cerca de 72 millones con los bancos.

Inyección y póliza de crédito

En cualquier caso, ¿cómo espera la compañía retornar a un resultado de explotación (el propio de la actividad de la firma) positivo en 2024? Nueva Pescanova explica que sus principales líneas operativas se basan en “una estrategia comercial renovada, centrada el cambiar el mix de canales y mercados finales”, la “obtención de eficiencias y aumento de la productividad de la acuicultura”, la “eficiencia de las actividades productivas creciendo en volumen” y la continuación de la “transformación organizativa”, del grupo.

Pero, además de eso, Abanca ha movido ficha. Al margen de que en 2022 los de Juan Carlos Escotet llevaron a cabo una inyección de 70 millones de euros con lo que reforzaron la situación patrimonial y financiera de la compañía, el pasado mayo, en plenas negociaciones con Cooke, Nueva Pescanova habría suscrito una póliza de crédito por importe máximo de 150 millones de euros, con vencimiento a ocho y cuatro de carencia, en el marco de los créditos ICO por la guerra de Ucrania.

Regresar a un ebitda de 80 millones

Además de regresar a un resultado de explotación positivo, Nueva Pescanova defiende que también será capaz de recuperar su ebitda de 80 millones de euros, un indicador clave a la hora de definir el valor de una compañía en procesos de venta. “Las medidas puestas en marcha durante el ejercicio actual, así como otros impactos previstos para el ejercicio 2023-2024, permitirán al grupo recuperar los niveles de ebitda similares a los del ejercicio anterior”, explica la pesquera. Así, entre otras medidas, llevará a cabo un “incremento de la agresividad promocional”, lo que le permitirá mantener la cuota de mercado a pesar de la pérdida de poder adquisitivo derivada de la inflación de los alimentos.

Por otro lado, también espera mejorar su situación en Nicaragua, donde el pasado año se detectaron problemas en el negocio de acuicultura, al aumentar los costes de producción y reducirse el volumen, “perdiendo la oportunidad de recoger los frutos por las inversiones ya realizadas, lo que deterioró la rentabilidad del grupo”.

En la documentación consultada por este medio, Nueva Pescanova también revela que durante el pasado ejercicio llegó a aumentar hasta en cuatro ocasiones los precios de venta para adaptarse al aumento de la inflación.

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