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Marián Mouriño se hace cargo del Celta en descenso y tras perder 24 millones en 3 años

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Marián Mouriño se convierte en la primera presidenta de la historia del Real Club Celta de Vigo. El club de la ciudad olívica afronta el año de su centenario con un relevo en la sala de mandos. La hija de Carlos Mouriño relevó a su padre al frente del conjunto celeste a finales del pasado mes de septiembre, un movimiento que ha trascendido esta semana con motivo de la presentación de sus resultados del ejercicio fiscal 2022-23.

Marián Mouriño desempeña desde entonces como presidenta en funciones como consecuencia de la renuncia de un Carlos Mouriño que ejerció como máximo mandatario de la entidad en los actos del centenario que tuvieron lugar el pasado verano. El Celta de Vigo se encuentra inmerso en un proceso de transición que tocará a su fin el próximo 12 de diciembre. Será entonces cuando la junta de accionistas dé luz verde a la designación de Marián Mouriño como consejera y nueva presidenta del club.

Carlos Mouriño ha cerrado, de esta manera, una etapa de 17 años al frente del Celta en la cual el club ha logrado dar carpetazo a su concurso de acreedores y ha regresado a Primera División. El conjunto de la ciudad olívica se anotó beneficios por valor de unos 108 millones de euros entre las campañas 2012-13 y 2019-20, pero desde entonces se ha abonado a los números rojos.

Tres años en pérdidas

Esta sucesión en la presidencia del Celta de Vigo se produce en un momento marcado por las pérdidas. No en vano, el conjunto celeste encadena tres ejercicios consecutivos con sus cuentas teñidas de rojo. A las pérdidas por valor de 9,58 millones de euros sufridas en la campaña 2020-21 (en ellas se registraron buena parte de los efectos de la pandemia) se han sumado las de 773.863 euros de la 2021-22 y los 13,3 millones en los que incurrió la temporada pasada.

El club tenía presupuestados unos gastos por valor de 87 millones que finalmente acabaron yéndose hasta los 95 millones de euros. Los desembolsos de 3,5 millones de euros en indemnizaciones tanto a su anterior entrenador, Ernesto Coudet, y su cuerpo técnico, así como al jugador Santi Mina, condenado a cuatro años de cárcel por abuso sexual, dispararon esta cifra.

Estos 13,3 millones de pérdidas han sido absorbidos con el colchón de los beneficios millonarios cosechados los años anteriores. Tanto es así que el club presenta 63 millones de euros de patrimonio neto y 26,5 millones en tesorería sin deuda bancaria.

De cara a la campaña en curso, el Celta prevé ingresar 103 millones de euros (la segunda mayor cifra de su historia) tras el empujón por la venta de su canterano Gabri Veiga por 30 millones de euros al Al-Ahli de la liga saudí. El conjunto que tiene al Grupo Corporativo Ges de la familia Mouriño como máximo accionista al controlar una participación del 68% tiene asignado un tope salarial de 78,8 millones de euros por parte de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) para esta temporada.

Amenaza de descenso

El Celta trabaja con esta cifra como referencia a la espera de los posibles cambios que pueda llevar a cabo en su plantillo para remontar el vuelo en la clasificación. Y es que, tras salvarse del descenso en la última jornada la pasada campaña, el club entrenado por Rafa Benítez se encuentra instalado en la penúltima posición de la Liga EA Sports.

Después de 13 jornadas, el Celta ha sumado una victoria, cuatro empates y ocho derrotas, haciendo un total de siete puntos. El último puesto de salvación lo marca el Mallorca, que es décimo séptimo con nueve puntos, aunque cuenta con un partido más por disputar que el Celta de Vigo.

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