Los accionistas de EiDF respaldan sus cuentas tras la crisis con la CNMV y el traslado a Madrid
EiDF concluye su junta general de accionistas más mediática. En esta cita clave estuvieron presentes o representados los titulares del 76,66% del capital de la compañía, que regresó a bolsa a finales de agosto tras haber permanecida suspendida de cotización durante cuatro meses y medio por la negativa de su auditor, PwC, a firmar sus cuentas mientras no dispusiese de información adicional.
La compañía ha sacado adelante todos los puntos del día gracias, en buena medida, al apoyo de su fundador y consejero delegado, Fernando Romero, que ejerce la mayoría accionarial con una participación que se situaba en el 72,2% al término del mes de junio. Las controvertidas cuentas del ejercicio 2022 contaron con el respaldo del 76,584% del capital social total y el 99,897% sobre el capital social presente o representado en la junta, mientras que apenas un 0,055% del capital social total -el 0,072% sobre el capital social presente o representado- votó en contra.
Los accionistas han respaldado, de esta forma, unas cuentas anuales que tuvieron que ser reformuladas tras las discrepancias con su auditora, PwC, y después de un informe forense de Deloitte. Además, la junta general ordinaria también dio el visto bueno con un apoyo del 76,33% del capital social total (el 99,57% de los asistentes) a la gestión de un órgano de administración que afronta cambios.
Por un lado, se ha acordado la la ampliación del número de miembros del consejo de administración, pasando a once miembros con el nombramiento de cuatro nuevos consejeros: Laura Bravo Ramasco, Guillermo Poch Sala, Laura Zendrera Roig y Tiago Moreira da Silva Trinidade Salgado. EiDF Solar indica que estos nuevos consejeros tienen en común una “amplia experiencia profesional desarrollada en compañías de prestigio, y aportarán todo su conocimiento y valor añadido a la compañía en su nueva etapa de crecimiento”. Además, la junta de accionistas de EiDF respaldado la propuesta de contratar un consejero delegado “con contrato de alta dirección y condiciones expresamente pactadas en el citado contrato”, según recoge en los puntos aprobados en la asamblea.
Casi medio millón para sus consejeros
En paralelo, EiDF ha pactado la retribución para sus consejeros, que se situará en 442.000 euros totales. Fernando Romero percibirá una retribución fija de 200.000 euros anuales, así como una cantidad variable de hasta 160.000 euros sobre objetivos como el ebitda, más una cantidad de 50.000 euros en objetivos por capitalización bursátil a tres años con un año más de lock up.
Además, Romero contará con un plan de pensiones por importe anual de 20.000 euros, vehículo, tarjeta de gastos laborales y gastos de desplazamientos laborales.
Asimismo, se ha aprobado el anunciado traslado del domicilio social de la compañía a Madrid, donde ya tiene oficinas, para estar más cerca de los mercados financieros y la actividad económica donde desarrolla parte de su actividad. Hasta ahora estaba en la sede de Barro (Pontevedra), que seguirá con su operativa habitual.
Además, tras la implementación en la compañía y su grupo de un Modelo de Prevención de Delitos de Grupo EIDF compuesto por su Código Ético y por sus normas de desarrollo, se ha nombrado como nuevo compliance officer a José María Covelo Fernández del departamento jurídico de EiDF Solar, que dirigirá el comité de cumplimiento normativo formado por él mismo junto al director comercial, David Pintos, y apoyados por los distintos responsables de área de la compañía.
La compañía destacó que el objetivo es “garantizar de manera continuada que las decisiones y actuaciones empresariales se tomen siempre conforme a las disposiciones legales vigentes y a los valores y principios corporativos que define el desarrollo de su actividad”.