Las ITV gallegas, segundo negocio más rentable para Applus tras generar 54 millones en 2022
Applus encuentra en Galicia uno de los puntales de su cuenta de resultados. El grupo que capitanea Joan Amigó ha revelado en su memoria anual que el negocio de las ITV en la comunidad gallega ha sido el segundo principal motor de unos ingresos que en 2022 pulverizaron la barrera de los 2.000 millones de euros por primera vez en su historia.
«Tras las recientes renovaciones y terminaciones de contratos en la división, la visibilidad de los ingresos, los beneficios y el flujo de caja ha mejorado sustancialmente», afirma la compañía, en referencia a su segmento dedicado a los automóviles. «El mayor contrato individual en el Grupo Applus+ del negocio de inspección de vehículos es Irlanda con 82 millones de euros de ingresos en 2022 y tiene una duración de 2020 a 2030. El segundo contrato individual más importante del Grupo es el contrato de auto en la región de Galicia«, recalca la firma.
Según Applus, son 54 millones de euros los que facturó en 2022 procedente de las inspecciones técnicas de vehículos en Galicia. La compañía ha desembolsado un total de 107 millones de euros en dos fases para hacerse con el 100% de la concesionaria de este negocio.
Prórroga hasta 2027
Fue en verano de 2017 cuando Applus hizo público un acuerdo para comprar el 80% de Inversiones Finisterre (empresa controlada por Amador de Castro y los herederos de Epifanio Campo) por 89 millones de euros. Como parte de este acuerdo, tanto Applus como los propietarios de Inversiones FInisterre se guardaban opciones de compra y venta del 20% restante.
Estas cláusulas se activaron a finales del año pasado, desencadenando así la entrega del 20% restante de la concesionaria de las ITV a Applus a cambio de unos 18 millones de euros. Con este movimiento, Applus pasa a tener el control total de un negocio que recibió un espaldarazo a comienzos del año pasado.
Y es que la Xunta de Galicia notificó a la compañía en febrero de 2022 la prórroga en su concesión con las ITV gallegas. Esta opción ya venía contemplada en el propio contrato inicial y viene aparejada de una inversión por parte de Applus para, por un lado, atender a la creciente demanda y, por otro, para reducir su huella medioambiental.
Además, la compañía reivindicó que a raíz de ese movimiento articularía una rebaja del 1,5% en las tarifas para sus clientes. «La continuidad de uno de los contratos más importantes de Applus+ es una noticia muy positiva, que redundará en la continua excelencia del servicio para los conductores en Galicia y nos concede un periodo ampliado en uno de nuestros contratos clave, en línea con la trayectoria de éxito de la división», llegó a asegurar su por aquel entonces consejero delegado, Fernando Basabe, meses antes de su jubilación.
Applus, antes y después de las ITV gallegas
En 2016, último año de Applus antes de su desembarco en las ITV gallegas, la compañía facturaba 1.586,5 millones de euros. La cifra se queda lejos de los 2.049,9 millones registrados en 2022.
Sin embargo, pese a este avance en lo relativo a la facturación, Applus gana menos que por aquel entonces. En concreto, su beneficio neto rondaba los 83,7 millones de euros por aquel entonces mientras que en 2022 la cifra se situó en los 48,6 millones de euros pese a dispararse un 50,8% en el último año.