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La ‘nueva normalidad’ en Galaria: la empresa del Sergas gana menos y logra paridad en su cúpula

Galaria recupera la normalidad tras el Covid con nuevos proyectos, aunque con un dispar desempeño en cuanto a sus ingresos y beneficios, que se vieron minorados el año pasado frente a 2021. El que nació en los años noventa como Instituto Galego de Medicina Técnica es ahora una punta de lanza que desarrolla su actividad al abrigo del Sergas y sus subvenciones, pero con vida y gestión propia.

Sin hacer demasiado ruido, Galaria logró el año pasado la paridad en su cúpula, concretamente en su consejo de administración. Mitad hombres, mitad mujeres. Eso, frente al ejercicio anterior, el 2021, en el que el desequilibrio de género otorgaba la condición femenina a solo el 37% de su consejo.

Más mujeres

De sus 191 trabajadores, contando toda la estructura, hay una abrumadora mayoría femenina en Galaria. De acuerdo con las cuentas y memoria presentados en el Registro Mercantil, de su personal fijo, 84 son mujeres, por 35 hombres. Otro tanto sucede con el personal eventual.

La crisis del Covid afectó a Galaria de forma “directa en todos los estamentos, actividad asistencial, administrativa y laboral” de la compañía. “La crisis evolucionó durante 2021 a una situación de nueva normalidad”, explica su memoria, “permitiendo recuperar los niveles asistenciales anteriores al segundo semestre de 2021; siendo 2022 el primero totalmente ajeno a los efectos negativos de la pandemia, normalizando la situación asistencial y de gestión”.

Los números tras el Covid

¿Y cómo se traduce a números esta nueva normalidad? Pues, de acuerdo con la cuenta de resultados de Galaria, sus ingresos se situaron el año pasado en 1,7 millones de euros, resintiéndose sobre los dos millones firmados un año antes, derivados íntegramente en ambos casos de prestación de servicios. Esa caída en los ingresos tuvo su réplica en los resultados, que también fueron a menos. Frente a los 318.000 euros que había ganado en 2021, el año pasado el beneficio neto de Galaria descendió hasta los 255.000 euros netos.

Para chequear la salud financiera de Galaria no se puede pasar por alto su carácter de empresa pública instrumental de la Xunta. Por tanto, hay que detenerse en las subvenciones recibidas. Y fueron por dos vías. El año pasado, la sociedad recibió subvenciones directas del Sergas por importe de 16,8 millones de euros, con un ligero descenso sobre los 17 millones de 2021. Sin embargo, a 31 de diciembre de 2022, Galaria recibió subvenciones de capital otorgadas por el propio Sergas por importe de 1,2 millones, cuando un año antes no había recibido por este concepto inyección alguna.

Reparos de los auditores

Los auditores de Galaria, en su informe, se detienen en este asunto. Validan las cuentas y firman un informe positivo, pero con salvedades. En concreto, BS Audit asegura que la compañía registró en la partida de subvenciones de explotación incorporadas en el resultado del ejercicio un total de 14,2 millones de euros, “correspondiente a la transferencia destinada a financiar de forma genérica los costes vinculados a la actividad asistencial realizada por la sociedad, no teniéndose la consideración de dicha transferencia como contraprestación por servicios específicos, y por ende, no facturándose importe alguno durante el ejercicio 2022”.

“En el transcurso de nuestro trabajo”, dicen los auditores, “no hemos obtenido confirmación por parte de los asesores jurídicos de las implicaciones fiscales que este cambio de tratamiento pudiera tener, al haber dejado de emitir facturas relativas a la actividad asistencial”. «En consecuencia», dicen, «no hemos podido obtener evidencia de auditoría suficiente y adecuada sobre las implicaciones del mencionado cambio de tratamiento en las cuentas anuales».  

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