La multinacional Soltec desembarca en Galicia para construir una planta fotovoltaica
Las energías renovables han atraído a Galicia a Soltec Power Holdings, la compañía fundada por el murciano Raúl Morales que se convirtió en uno de los mayores fabricantes mundiales de seguidores fotovoltaicos, las estructuras que permiten orientar las placas para seguir la trayectoria del sol y optimizar el aprovechamiento energético. Esta vez es el sol, y no el agua o el viento, el que atrae a una gran empresa a la comunidad.
La división de Soltec dedicada al desarrollo de proyectos fotovoltaicos, Soltec Development, plantea construir una planta solar de 55,7 megavatios en la provincia de Ourense (66 megavatios de potencia pico). El proyecto, denominado A Gudiña Solar, ha sido presentado ante el Ministerio para la Transición Ecológica como una muestra de interés que parece apuntar al municipio ourensano de la comarca de Viana. La sociedad instrumental con la que Soltec pretende desarrollarlo se denomina Amber Solar Power Ventinueve y tiene al frente a Carlos García Mena, el consejero delegado de Soltec Development.
Así es Soltec
Con una capitalización de más de 500 millones y más penas que glorias desde su debut en bolsa en 2020, Soltec estructura su actividad en tres ramas. El negocio fundacional del grupo es la construcción de seguidores solares, llegando a convertirse en el tercero del mundo por unidades fabricadas en el año 2019, según un informe publicado por IHS Markit.
La división de proyectos fotovoltaicos, hasta este año bajo el nombre de Powertis, tiene un pipeline de 13,7 GW de proyectos en diferentes grados de avance, y presencia en 8 países: España, Italia, Dinamarca, Rumanía, Brasil, Colombia, Estados Unidos y México. Finalmente, Soltec Asset Management se encarga de la gestión de activos, que alcanzaban los 259 millones a cierre del primer semestre del pasado ejercicio.
Sufrimiento en bolsa y una cartera de 300 millones
Soltec tocó su techo en bolsa en enero de 2021, a los tres meses de su debut en el parqué, y desde entonces se ha depreciado un 58,7%. La compañía cuenta con unos 1.300 empleados y sus instalaciones están presentes en 16 países. Tiene oficinas en Argentina, Australia, Chile, Dinamarca, Egipto, India, Israel, Italia, México, Perú y Estados Unidos. A cierre del tercer trimestre del último ejercicio había facturado 403 millones y logrado un beneficio neto de 4,5 millones, con una deuda financiera neta de 155 millones.
Tenía entonces 117 megavatios en operación y otros 117 en construcción. La división industrial, por su parte, contaba con una cartera de pedidos –ya firmados y pendientes de ejecutar– de 308 millones de euros (1.537 MW), la mitad en Latinoamérica.
La previsión de la compañía es rondar los 800 millones en ingresos en 2025. El desarrollo de proyectos fotovoltaicos como el que plantea en Ourense es uno de los pilares del plan.