La Fundación Barrié, en números rojos: pierde 6,6 millones por el deterioro de sus inversiones
La Fundación Barrié ha cerrado el pasado ejercicio con un abultado déficit. La entidad que preside José María Arias, expresidente del Banco Pastor y testigo de lujo del hundimiento del Popular, acaba 2022 con unas pérdidas de 6,68 millones, cortando así la tendencia positiva de los últimos años, que la llevaron a triplicar beneficios en 2021, cuando registró ganancias de 9,8 millones. Arias fue vicepresidente del Popular y se alineó con el sector crítico con Ángel Ron en la crisis del banco, tras la que acabó imputado. La caída del grupo financiero, que tuvo al frente en su última etapa al exconsejero de Inditex Emilio Saracho, asestó un duro golpe a la Barrié, que perdió más de la mitad de su patrimonio en el trance. Llegó a superar los 300 millones de patrimonio neto y, actualmente, se sitúa en los 157 millones (163,8 millones en 2021).
Comparado con aquello los números rojos de 2022 no parecen gran cosa, pero son los más elevados de los últimos años. Se deben fundamentalmente a las pérdidas financieras en las que incurrió la entidad durante el ejercicio. A sus actividades más conocida –la obra social, cultural y educativa que desarrolla en los Cantones de A Coruña y el cobro de alquileres al Santander–, la Fundación Barrié suma 52,7 millones en inversiones financieras, incluyendo acciones de Telefónica, Merlin Properties, Repsol o Atresmedia, por poner algunos ejemplos.
Esta partida se redujo en 8 millones respecto al ejercicio anterior y ahí está clave del resultado. Según indica en su memoria la entidad, el valor de los instrumentos financieros se redujo al anotarse pérdidas de cartera de negociación por valor de 8,4 millones y de 2,1 millones en instrumentos de cobertura. El resultado financiero fue de 8 millones en negativo, mientras el año anterior había aportado un beneficio de 7,7 millones, permitiendo aquellas relevantes ganancias. Ahora, sin embargo, empuja las cuentas a los números rojos.
Ingresos al alza
A pesar de ello, los ingresos de la fundación han ido todos al alza. La actividad propia aportó 533.000 euros, frente a los 471.000 de 2021; los ingresos financieros alcanzaron los 458.000, cuando un año antes se quedaron en los 149.000; y las rentas que cobra del Banco Santander por el alquiler de inmuebles para sus oficinas también crecieron. La Barrié ingresó 6,5 millones de la entidad que preside Ana Botín, 400.000 euros más que en el ejercicio precedente. A esto se suman otros 417.000 euros de ingresos de la actividad inmobiliaria por alquileres a otros inquilinos, tanto particulares como entidades.
La fundación prevé ingresar hasta 2029 unos 44,7 millones por estos alquileres, lo que garantiza la continuidad de su actividad. Basta con señalar que para este ejercicio de 2023 maneja un presupuesto de 6,6 millones, que es prácticamente lo que ingresó por los alquileres de Banco Santander.
Las inversiones financieras
Los 52,7 millones en inversiones financieras se dividen en instrumentos de patrimonio, con 38,3 millones, donde las partidas más relevantes están en fondos de inversión; los valores representativos de deuda suman 13,5 millones; y los derivados 771.000 euros. A cierre de ejercicio, la Barrié tenía a 10 personas en plantilla. Los gastos de personal ascendieron a 758.550 euros, incluyendo una indemnización por despido de 53.000 euros.