Justo Sierra (Urovesa) y el futuro verde de la automoción: «Cada fabricante está apostando por su propia solución»
Homenaje a Urovesa en la primera jornada de O Encontro 2023 Impacto Positivo A Toxa. Justo Sierra, presidente del fabricante de vehículos militares con sede en Valga, ha recibido, junto a su hermana Cecilia, el Premio Empresario Gallego del Año en honor a su padre, José Sierra, histórico empresario gallego y fundador de la compañía, que no pudo acudir a la entrega de un galardón con el que se pone el broche de oro a su contribución a la industria gallega.
Además, Justo Sierra ha sido uno de los cuatro participantes en la primera mesa redonda, que llevaba por título ¿Puede ser sostenible la industria? y que repasó los planes a futuro de la propia Urovesa, así como de Ence y Atalaya Mining. Durante su intervención, Justo Sierra ha explicado que la irrupción del concepto de sostenibilidad ha dado una vuelta de tuerca a la manera de hacer las cosas toda vez que los «antiguos modelos de negocio no contemplaban esa dimensión».
«Se trata de ser conscientes del impacto y luego de minimizarlos desde el punto de vista medioambiental para que la actividad tenga un impacto limitado y reversible», ha explicado Justo Sierra, que ha avanzado que «todas las empresas con visión a largo plazo van a tener que estar revisando sus planes de negocio para que sean permeables respecto a esos cambios sociales».
En este sentido, el máximo responsable de Urovesa ha recordado una anécdota de hace casi 25 años. Por aquel entonces, la compañía acudió a una licitación en Bélgica en cuyos pliegues se hablaba de la reciclabilidad de sus productos. «Por aquel entonces pensábamos que era gente desnortada, pero con el tiempo nos hemos dado cuenta de que no», ha rememorado.
Nueva era en el sector de la automoción
Urovesa forma parte de un sector, el de la automoción, que ha entrado de lleno en la carrera por la sostenibilidad. A diferencia de otros, en el motor no hay un solo camino marcado para reducir esta huella ambiental. «Hay una atomización de soluciones. No hay una gran solución, sino que cada fabricante está apostando por la suya», ha apuntado.
Es por ello que «están apareciendo nuevos protagonistas en el sector» con soluciones al margen del motor eléctrico. Es el caso de los fabricantes que están explorando la posibilidad de emplear pilas de hidrógeno, como Urovesa. «Vamos a desarrollar por primera vez todoterrenos con pila de hidrógeno. Es un proyecto que está monitorizando Europa y que sería el primero que se fabricaría en Europa. Lo vemos como un proyecto a largo plazo». Se trasladará al sector civil. No dejamos de innovar y desarrollar producto. Vehículos seguros a nuestras fuerzas armadas. La libertad de la que todos gozamos reside en las fuerzas de seguridad.», ha avanzado.
Galicia, en la ‘pole position’ con la cuarta revolución
La tercera edición de O Encontro arrancó este jueves con esta mesa redonda, una conferencia de Lucas Arangüena, global head of ESG & Sustainable Tech en Grupo Santander, sobre los retos, desafíos y oportunidades que presenta la descarbonización y una inauguración que corrió a cargo de Venancio Salcines y Alfonso Rueda.
El presidente de Cesuga ha reivindicado la capacidad de Galicia de liderar esta revolución energética al contar con lo que ha definido como el alfa y el omega (el recurso y el producto). «Estamos en una etapa especial de nuestra historia. La primera revolución industrial destrozó a las economías agrarias como la gallega, que en absoluto era una tierra pobre. Una parte de nuestra burguesía nos dio la espalda yéndose a otros sitios y dejando el campo huérfano», ha explicado Salcines.
Fue a raíz de entonces cuando se desató el fenómeno emigratorio de Galicia a Sudamérica y a otros países de Europa que, de no haberse producido, permitirían que Galicia contase con seis millones de habitantes en la actualidad. «Son las heridas que tenemos», ha precisado.
Según Salcines, la segunda revolución (de los motores de combustión) nos pilló en la posguerra con la autarquía. Éramos la comunidad con menos renta de España junto a los extremeños. A la muerte de Franco, España había cambiado de forma drástica pero Galicia seguía siendo la más pobre junto a Andalucía«. Por su parte, con la tercera revolución industria, Galicia empezó a moverse hasta el punto de superar en términos de renta per cápita a comunidades como Asturias, Murcia, Canarias, Extremadura, Castilla-La Mancha o la Comunidad Valenciana.
Es por ello que Salcines ve en la transición digital y sostenible que se avecina una oportunidad para Galicia para escalar más posiciones en la tabla. Dos de los sectores que más se transformarán serán la construcción y el textil, responsables del 40% de la huella de carbono, para los que Salcines ve oportunidades verdes de la mano de la madera de pino para sustituir al hormigón en el caso del primero y del lyocell (fibra textil elaborada a partir del eucalipto) en el caso del segundo.
También el proceso de electrificación de la automoción y el despegue de la eólica marina dejarán oportunidades para otro sector histórico en Galicia como el de la minería. Según Salcines, el cobre se perfila como clave tanto para el cableado de los aerogeneradores de los molinos de viento que se instalarán frente a las costas gallegas como en un coche eléctrico que requiere diez veces más de este mineral que el convencional.
Rueda: «Los que mueven la economía son los empresarios»
Ante este escenario, Alfonso Rueda ha defendido la iniciativa privada como principal fuerza transformadora de la economía. «Los que mueven la economía son los empresarios. Las administraciones no generamos riqueza», ha reiterado. Según ha recalcado, «se necesita un gobierno que planifique y dé estabilidad», motivo por el cual entiende que las «ayudas económicas no son» tan imprescindibles «como simplificar y coordinarnos entre administraciones para que no se frustren proyectos».
En esta línea, Rueda ha recordado que este año no ha sido fácil para nadie ante un «periodo electoral continuo que dificulta a veces la seguridad necesaria para emprender». El deber de los gobiernos de los que tenemos responsabilidades públicas». Además, el presidente de la Xunta ha aprovechado para reclamar al Gobierno que desatasque «esos miles de millones de euros que siguen sin moverse en los fondos Next Generation». «Son cuatro o cinco proyectos que pueden crear miles de puestos de trabajo y que son estructurantes y que darían muchos empleos a otras empresas de menor tamaño», ha censurado, antes de reivindicar la propuesta de ley de aprovechamiento de recursos naturales con la que se busca que estas actividades dejen un mayor retorno en Galicia.