Josefina Domínguez, la desconocida fortuna del textil gallego que hilvana un patrimonio de 80 millones
Más allá de Marta Ortega, la presidenta no ejecutiva de Inditex, y de Adriana Domínguez, su sobrina y quien lleva las riendas de Adolfo Domínguez desde la retirada del modisto, Galicia cuenta con otra gran empresaria del textil que siempre ha pasado totalmente desapercibida, pero que con los años ha hilvanado una considerable fortuna. Apenas se conocen imágenes públicas de la misma, otro dato que la convierte, sin duda, en la empresaria más desconocida de su sector para el gran público. Es Josefina Domínguez, flamante propietaria de un 25% de Sociedad Textil Lonia, la compañía base de operaciones en Ourense y que explota las marcas Carolina Herrera y Purificación García.
Para identificar a la empresaria hay que recordar el entramado familiar y empresarial de los Domínguez. Mientras que Adolfo Domínguez fundó la compañía que lleva su nombre y que ahora pilota su hija Adriana, tres de sus hermanos, Jesús, Francisco Javier y Josefina crearon Textil Lonia. Los tres retienen el 75% del capital de la compañía, con el 25% en manos de la familia Puig, que compró la participación a LVMH en 2014.
Empresaria de finanzas
Licenciada en Económicas, Josefina fue en su día responsable financiera en Adolfo Domínguez, en los noventa, y en Lonia seguiría relacionada con ese ámbito de negocio. Los datos del Registro Mercantil indican que la empresa ostenta la presidencia de la compañía a través de su holding inversor, Ver IV Proyectos. A él es al que van a parar los dividendos que reparte la compañía, la segunda textil más grande de Galicia tras la todopoderosa Inditex.
Altagracia, en este caso el holding de su hermano Javier Domínguez, también ocupa un sillón en el consejo de administración de la compañía, del mismo modo que Tapru, el vehículo de inversión de Jesús Domínguez, a su vez, padre de Uxía y María Domínguez, las creadoras de Bimba y Lola.
Los dividendos se disparan
Las últimas cuentas anuales de Ver IV Proyectos da cuenta de la salud de las inversiones de Josefina Domínguez y, además, adelantan, a falta de conocer sus números, la total recuperación de Textil Lonia el pasado año, tras el golpe que supuso el Covid. La compañía de la empresaria cerró el ejercicio 2022 con unos activos de 81,2 millones de euros frente a los 78,3 millones que presentaba en 2021. Su patrimonio neto también se estiró, de los 78,1 a los 80,9 millones de euros.
Con una cifra de negocios que sobrepasó el millón de euros, sus ingresos financieros, los que obtiene vía dividendos de sus participadas, se incrementaron en un año desde los cerca de 160.00 euros a los 6,1 millones de euros. De esta forma, el beneficio neto del ejercicio se disparó desde los 400.000 euros a los 4,7 millones de euros.
Josefina no solo invierte en el textil. El informe de gestión de su family office desgrana sus inversiones financieras. Declara unos 51,9 millones de euros en Textil Lonia, otros 8,5 en Ediciones Linteo y casi un millon de euros en la inmobiliaria Habana 56. También posee una participación en una empresa de inversión con sede en Madrid, Veralta, y en donde comparte accionariado con su hermano Javier. En este caso, su participación asciende a 1,6 millones de euros.
En cualquier caso, su gran fuente de ingresos en su participación en Lonia que el año pasado le aportó 6 millones de euros en dividendos, además de otro millón más en concepto de prestación de servicios. En 2021, la textil de Pereiro de Aguiar no repartió ningún pago entre sus accionistas, de ahí la diferencia en los resultados de la sociedad de Josefina Domínguez, la empresaria del textil más desconocida de Galicia.