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El fondo público-privado de 300 millones, ‘proyecto estrella’ de Rueda que lleva tres años en el cajón
A falta de letra, la música vuelve a sonar. En el discurso de Alfonso Rueda en el Debate del Estado de la Autonomía se coló como proyecto estrella una iniciativa que lleva algo más de tres años guardada en el cajón en los despachos de San Caetano. Concretamente, desde mayo de 2020, que fue cuando el comité de expertos creado en plena pandemia por Núñez Feijóo entregó las conclusiones de sus trabajos en una propuesta muy concreta. Tampoco la oposición, encarnada por Ana Pontón (BNG) y Luis Álvarez (PSdeG), cayó este lunes en el rescate de esa iniciativa, ese fondo público-privado recién desempolvado.
¿Cuáles son los mimbres de la cesta presentada por Alfonso Rueda en el debate? Pues a su juicio, “después de un diálogo muy intenso, de meses, con entidades financieras, aseguradoras y gestoras de fondos de pensiones, la Xunta impulsará un fondo público-privado que contará con un capital inicial de 300 millones de euros”. Algún dato más: “Solo el 10% provendrá de las arcas autonómicas y el resto de inversores privados y será complementario con los fondos que ya está manteniendo la Xunta”.
“Serán pasos rápidos”, dijo Rueda en su intervención, “y en las próximas semanas este fondo dará sus primeros pasos con su presentación ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores”. “Esta es una iniciativa pionera en toda España y demuestra la fiabilidad de los proyectos que se hacen con la Administración pública gallega”, concluyó.
El fondo de los gurús de Feijóo
Todo un ‘déjà vu’ el de Alfonso Rueda si se atiende a las iniciativas propuestas por el comité de sabios que armó Núñez Feijóo en plena pandemia. Los gurús de Feijóo, en su escrito de propuestas, planteaban como una de sus principales iniciativas un fondo de capital público y privado para el fortalecimiento de la estructura de capital de las empresas. “Una de las herramientas más flexibles y ágiles es la inversión directa en el capital. Proponemos invertir a través de un vehículo que por su tamaño y funcionamiento garantice la operatividad en cualquier circunstancia, y se convierta en una herramienta de transformación de la economía”, decían los sabios de la Xunta en mayo del 2020.
A pesar de haber sido diseñado a modo de cataplasma del Covid para las empresas, este fondo, según planteaban los sabios, “también podría acabar convirtiéndose en una fase ulterior en una herramienta de dinamización económica con el objetivo de crear, impulsar y participar en proyectos de gran impacto e invertir en el desarrollo de nuevos proyectos estratégicos para Galicia”.
De la gestora a los millones
De acuerdo con el diseño planteado por los expertos convocados por Feijóo en pleno confinamiento, el fondo debería contar con una dotación inicial de aproximadamente 200 millones, ampliable a 400 millones, “con un balance objetivo de un máximo de un 49% de capital público y un mínimo de un 51% de capital privado, y con la participación de instituciones financieras internacionales, como el Banco Europeo de Inversiones», y con posibilidad de apalancamiento de hasta un 100% del capital, “lo que reduciría el impacto en las cuentas públicas de esta medida”. El grado de participación pública en el capital sí separa uno y otro planteamiento, de los gurús a Rueda.
“La gestión del fondo se realizaría a través de una gestora de reconocido prestigio, que contaría con el asesoramiento necesario para implantar los planes de viabilidad y transformación necesarios”, decían los expertos en mayo de 2020, cuando consideraban “absolutamente prioritario iniciar las gestiones encaminadas a la constitución de este fondo de manera inmediata”.
Los sabios iban más allá de lo anunciado por Rueda e incluso detallaban cómo sería el retorno de las inversiones, “cuyo horizonte temporal es de 3 a 7 años, sin vocación de permanencia y cuyas alternativas de salida se articularían a través de MBO (management buy out), derechos preferentes de compra para inversores, venta a terceros u OPVs.