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Un fondo americano compra Arriva, uno de los líderes del transporte en Galicia con Monbus y Alsa

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Deutsche Bahn, compañía alemana de transporte por ferrocarril, ha anunciado la venta de su filial internacional de transporte de cercanías Arriva –uno de los principales operadores en Galicia– al inversor financiero estadounidense I Squared Capital. Aunque ninguna de las compañías ha comunicado el precio de la operación se estima que el contrato valora a la empresa, que cuenta con unos 35.000 empleados, en 1.600 millones, cifra en la que está considerada deuda por valor de 1.000 millones. 

Deutsche Bahn informó este jueves de que el contrato de venta, que incluye todos los negocios operativos en 10 mercados europeos, está firmado y la transacción se cerrará en 2024. La venta, que debe ser aprobada por el consejo de supervisión de Deutsche Bahn y el ministerio alemán de Digital y Transporte, permitirá a la compañía alemana centrarse en su negocio principal de transporte ferroviario en Alemania.

Deutsche Bahn adquirió en 2010 la compañía británica Arriva, que gestiona autobuses y trenes de cercanías en varios países europeos, pero no ha logrado los resultados que esperaba con esta compra.

Presencia en Galicia

La compañía desembarcó en Galicia hace más de 20 años donde cuenta con una flota de 220 autobuses y unos 300 empleados. Su aterrizaje en la comunidad se produjo con la compra de Ideal Auto y Transportes Finisterre. En 2017 adquirió activos del Grupo Autocares Vázquez, entre ellos cuatro concesiones de servicio público y varios contratos de transporte, públicos y privados, reforzándose así entre las principales empresas del sector en la comunidad, junto a Monbus y Alsa.

Dos años más tarde obtuvo el visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para entrar a competir con Renfe con la explotación de un servicio de transporte integral en tren convencional entre A Coruña y Oporto. Fue la segunda empresa en lograr autorización para prestar servicios ferroviarios internacionales tras el proceso de liberalización, después de que en 2018 lo consiguiera Ilsa. 

Competencia consideraba que autorizar a Arriva a prestar este servicio entre Galicia y el Norte de Portugal no comprometía la conexión que presta Renfe. En concreto, estimaba el impacto que podría provocar sobre el operador público “muy por debajo” del umbral del 1% fijado por la normativa para rechazar cualquier propuesta de un operador que pueda ofrecer una conexión en competencia con la empresa pública. 

Arriva solicitó la autorización en mayo de 2018 y su plan contemplaba paradas en las estaciones de A Coruña, Santiago de Compostela, Pontevedra y Vigo Guixar. Cuando pidió autorización para su servicio, la compañía manifestó su intención de arrancar el servicio con un oferta de cuatro frecuencias diarias en ambos sentidos, en un tiempo de viaje de 2 horas y 46 minutos.

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