El PSOE escenifica la ‘restitución pública’ de Besteiro sin despejar la incógnita de la Xunta
“Por una decisión libre y responsable hoy estoy de nuevo en política”. Es una de las frases que el nuevo delegado del Gobierno en Galicia, José Ramón Gómez Besteiro, pronunció en su discurso de toma de posesión del cargo este lunes en A Coruña, en el edificio Palexco. Las mismas palabras que en 2016 empleó para dimitir de su puesto como secretario xeral del PSOE gallego debido a las imputaciones que pesaban sobre él en distintas causas abiertas por la jueza Pilar de Lara. Siete años después, marcados por un escrupuloso silencio mediático, el que también fuera presidente de la Diputación de Lugo regresa a la primera línea política, con 10 causas en contra archivadas, en un acto público, arropado por la plana mayor de los socialistas gallegos y con la gran incógnita de si será él, el nuevo ministro de Sanidad, José Miñones, o el presidente de la Diputación da Coruña y actual líder del partido, Valentín González Formoso, quien disputará a Alfonso Rueda y a Ana Pontón la carrera por la Xunta en 2024. De momento, y más allá de quinielas y de prometer el cargo, Besteiro y el socialismo gallego escenificaron una restitución pública de su figura en toda regla.
Si hace poco más de un año pocos eran los que podían apostar por que el expresidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, acabaría dando el salto a la política estatal tras haber rechazado en 2018 dar la batalla por la sucesión de Mariano Rajoy, también existían dudas sobre el regreso de Besteiro a primera línea. Secretario xeral del PSdeG entre 2013 y 2016, dimitió hace siete años para afrontar un reguero de imputaciones: todas ellas fueron archivadas de forma definitiva sin que nunca se llegase a abrir juicio oral en ninguna. Hace meses, no obstante, a la vez que las causas se iban archivando de forma definitiva, su vuelta comenzó a parecer una posibilidad real. No fue él quien la calentó, sino la propia dirección del PSdeG de González Formoso, que siempre ha presumido de la gran amistad que le une al lucense. El de As Pontes llegó a indicar hace unas semanas que se apartaría de la carrera por la Xunta si Besteiro quisiera presentarse. “Cuando tienes a Messi hay que ponerlo a jugar”, dijo también su número dos en el partido, José Manuel Lage Tuñas.
Con estos mimbres, la semana pasada, cuando Pedro Sánchez anunció el ascenso de José Miñones a ministro de Sanidad, todas las miradas se volvieron hacia Besteiro como posible relevo en la Delegación del Gobierno. Unas horas después se confirmaba la noticia y el político lucense, de esta forma, daba un giro de 180 grados a una carrera política truncada en 2016. “Nunca esquecerei que nesta vida… nunca choveu que non escampara”. Así acabó este lunes una intervención breve pero en la que no faltaron alusiones a la “justicia”. “Un valor con un significado muy especial para mí”, remarcó en su intervención, llevándose la mano al pecho.
Más que un acto institucional
Que el acto de este lunes escenificaba algo más que la promesa de un cargo era algo obvio. En Palexco nadie recordaba un acto de la Delegación del Gobierno de toma de posesión tan mediático. De hecho, es el primero fuera de la sede del órgano público. Más de 300 personas arroparon a Besteiro: además de representantes institucionales, el desembarco de cargos socialistas era notable. Al margen del ya ministro de Sanidade, José Miñones, y del secretario de Estado de Política Territorial, Alfredo González, la representación socialista estaba encabezada por González Formoso, que no hizo declaraciones pero se fundió en un abrazo con el nuevo delegado del Gobierno ante la prensa antes de arrancar el acto. También acudieron los grandes alcaldes y alcaldesas del PSOE en la comunidad. Inés Rey, de A Coruña; Xosé Sánchez Bugallo, de Santiago; Ángel Mato, de Ferrol, y Lara Méndez, de Lugo. La gran ausencia fue la de Abel Caballero, el regidor de Vigo, que tenía la visita de dos ministros en la ciudad. Tampoco estuvo, por un viaje familiar, la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, aunque sí su hermana y su homólogo en Lugo, José Tomé. El expresidente González Laxe, diputados socialistas en el Parlamento y en el Congreso y una nutrida representación de socialistas lucenses presenciaron la vuelta de Besteiro.
El suyo fue un discurso corto, íntegramente en gallego y en el que tendió la mano a Alfonso Rueda, presidente de la Xunta, a “hacer una política de verdad entre todas las administraciones, porque tenemos una oportunidad histórica”. Lo hizo a pesar de que las tensiones entre socialistas y populares se acrecientan aún más, si cabe, en plena precampaña municipal. No en vano, hace unos días, Lage Tuñas pidió la dimisión de la candidata del PP a la Alcaldía de Lugo, Elena Candia, por haber entregado a la Fiscalía los anónimos que originaron la fracasada investigación judicial contra Besteiro.
Los golpes son de ida y vuelta porque el PP de Santiago ha presentado ante la Justicia una denuncia por el alquiler por parte del ayuntamiento de la capital gallega de una nave a una empresa vinculada al exconcejal de Medio Rural, José Manuel Pichel. La denuncia va contra el propio exedil, además del alcalde, el socialista Xosé Sánchez Bugallo, y seis concejales más.
«Hoy se hace justicia»
Pero este lunes el día no estaba para hablar de eso en Palexco… El ministro Miñones, que también intervino en el acto de nombramiento del nuevo delegado del Gobierno, indicó que era una jornada «para disfrutar». “Hoy se hace justicia. Fue demasiado tiempo y nadie mejor que tú sabe lo duro que ha sido este camino que tuviste que sortear”, dijo, para agradecer a Pedro Sánchez la “recuperación” del dirigente lucense para la política activa. Y eso es lo que hizo Besteiro, porque al margen de su discurso, no concedió ninguna declaración a los medios allí presentes. Ni sobre sus retos en la Delegación ni sobre la carrera electoral en el PSOE ni sobre Candia.
El ya delegado del Gobierno se emocionó dos veces a lo largo de su discurso. La primera, cuando dijo que la justicia tenía un valor muy especial para él. La segunda, al reconocer que en su camino de regreso a la política había jugado un papel muy importante su familia. “La que está aquí presente y la que no puede estar, porque siempre fue un apoyo y un respaldo para mí”, dijo. “Se lo debo, y estoy seguro de que ustedes comprenderán que lo haga, a mi partido, a la familia política que somos los socialistas”, terció.
Rueda
En cualquier caso, como acto institucional, al margen del desembarco socialista, también había una nutrida representación del PP. Además del presidente Rueda, estaba el vicepresidente Diego Calvo, el presidente del Parlamento, Miguel Santalices y el portavoz del PP en hemiciclo, Pedro Puy.
Distintas voces aseguraban estos días que de los tres posibles candidatos con los que juega el PSOE de cara a las elecciones autonómicas, el que “menos le gusta” a los populares es el propio Besteiro. Este lunes, Rueda manifestó que no estaba nervioso por su nombramiento. “Sinceramente, no”, zanjó ante las preguntas de los medios.
Resta aun más de un año si no hay cambios para unas autonómicas y, antes de ellas se celebrarán elecciones municipales y generales. Tiempo para despejar la incógnita de si Besteiro volverá a dar otro paso, o no, en la carrera política que retomó este lunes.