El plan ‘offshore’ de Amper en Galicia: montar en Ferrol su parque eólico marino que irá a Vigo
IberBlue Wind es un consorcio empresarial nacido de la alianza de la irlandesa Simply Blue Group, FF New Ventures, especializada en la construcción de plantas fotovoltaicas, y Proes Consultores, la división de ingeniería del Grupo Amper, presidido por el exministro de Defensa Pedro Morenés. Su intención es la de desarrollar dos parques eólicos marinos en la costa noratlántica, entre España y Portugal, que alcancen casi los dos gigavatios (GW) de potencia en conjunto. El proyecto de la parte gallega recibe el nombre de Juan Sebastián Elcano y la intención es que, de salir adelante en los términos previstos, se ubique al sur de Vigo, en el Baixo Miño, a entre 20 y 35 kilómetros de la costa.
La compañía ya había anunciado de forma pública la intención de presentarse con este proyecto a la subasta de megavatios (MW) y espacios marítimos prevista por el Gobierno y que, ahora, previsiblemente, se retrasará tras los comicios generales. No obstante, el Ministerio de Transición Ecológica acaba de exponer en su página de trámites ambientales el proyecto inicial de la compañía, lo que arroja nuevos datos sobre un plan en el que también interviene el puerto exterior de Ferrol.
El parque offshore proyectado cuenta con 29 turbinas de 18 MW cada una que suman en total una potencia de 522 MW. El área total del proyecto, enclavado frente a A Guarda será de 117 kilómetros cuadrados. Además de las torres flotantes, IberBlue también plantea una subestación flotante así como un cable estático que conectará la energía del mar a tierra. En la documentación consultada por Economía Digital Galicia se indica que la energía verterá en la red a través o bien de la subestación eléctrica de O Rosal o por la de Atios.
Puerto base
Más allá del proyecto del parque, en la documentación remitida a Transición Ecológica, IberBlue también indica cuál es el puerto que cree más conveniente en el que llevar a cabo las tareas de ensamblaje y operaciones relacionadas con los molinos eólicos. Así, indica que para la elección ha tenido en cuenta distintos criterios como el calado del puerto, el área disponible concesionada y la disponibilidad de equipamientos para la construcción eólica y astilleros. Así, explica que, para el proyecto, “se han tenido en consideración los siguientes puertos”, siendo estos el de Vigo, el de Marín-Pontevedra, Vilagarcía de Arousa, y los exteriores de A Coruña y Ferrol, siendo el elegido este último. “El análisis multicriterio realizado ha determinado que el puerto que reúne mejores condiciones como puerto base es el puerto exterior de Ferrol”, indica.
Aunque no indica nada al respecto, sobre la elección del puerto exterior de Ferrol hay que tener en cuenta que, junto Nervión Naval Offshore, Amper ha adquirido la antigua planta que Siemens Gamesa tenía en As Somozas (A Coruña). La intención del grupo es fabricar en ella componentes de eólica marina y velas rígidas para embarcaciones. El activo industrial se complementará con la factoría de ensamblaje de estructuras para la industria de la eólica marina que también promueve en el puerto exterior de Ferrol.
Ampe, no obstante, igual que Ferrovial, Cobra o la propia Navantia es una de las compañías que ha solicitado una concesión en el puerto exterior de Punta Langosteira, en A Coruña, para trabajos relacionados con los componentes de la eólica marina.
Protestas
La tramitación de los parques de eólica marina continúa tras la aprobación de los Planes de Ordenación del Espacio Marino (POEM) como también la oposición de gran parte del sector pesquero. Este viernes, la plataforma en defensa de la pesca y de los ecosistemas marinos, nacida de la que impulsó el manifiesto que partió desde Burela (Lugo), anuncia que «durante los próximos meses se llevarán a cabo concentraciones en puertos pesqueros mostrando desaprobación con la situación en la que en estos momentos se encuentra el sector pesquero«.
El comunicado se refiere a la aprobación de los planes de ordenación del espacio marino, y al hecho de que reservan 5.000 kilómetros cuadrados de la plataforma continental, que es donde se concentran los caladeros y la actividad pesquera, «sin realizar ningún estudio previo sobre impacto medioambiental e impacto socioeconómico».