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El nuevo jefe de Alcoa enfría las expectativas sobre la reapertura de San Cibrao por el desplome del aluminio

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El nuevo presidente de Alcoa alerta de una particular cuesta de enero para San Cibrao. A dos meses y medio de que se consume la reactivación de la planta de aluminio de A Mariña Lucense. William Oplinger se ha estrenado como primera espada de la multinacional en la presentación de sus resultados del tercer trimestre. Durante su intervención, el Ejecutivo afirmó que la compañía sigue «trabajando para lograr realmente la viabilidad económica a largo plazo» de la factoría, pero ha alertado de los diferentes retos a los que se enfrenta.

«Vemos desafíos importantes que deben superarse para que esa planta sea viable, incluida una demanda débil de productos de valor agregado», así como «los bajos precios del aluminio». No en vano, la cotización del metal ha pasado de moverse en torno a los 2.600 dólares la tonelada en el arranque de año a los 2.185 dólares actuales.

A estos factores se suman «los altos precios de la energía y la demora en los permisos para la construcción de algunas de las fuentes de energía». Y es que Alcoa rubricó en su momento acuerdos con Greenalia y Endesa para cubrir el 75% de sus necesidades energéticas en San Cibrao con la electricidad generada en parques eólicos. Sin embargo, estas instalaciones no estarán todavía operativas para el momento del reinicio.

Además, parte de los parques inicialmente planeados no superaron el trámite de la evaluación de impacto ambiental, por lo que el porcentaje descendió del 75% al 50%. Por este motivo, la multinacional estadounidense se ha puesto a la búsqueda de nuevos PPA (acuerdos de suministro de energía a largo plazo) para cubrir la mitad de sus necesidades restantes.

«Ha sido y sigue siendo muy difícil»

«Esperamos superar estos desafíos para permitir un reinicio progresivo hasta del finales de 2025», ha afirmado Oplinger. Los planes de la compañía pasan por poner en operación el 6% de las cubas en un primer momento y, posteriormente, elevar gradualmente la producción hasta llevarla al 100% en octubre de 2025. «Ha sido y sigue siendo muy difícil. Esa es la situación en España», ha alertado Oplinger.

En este sentido, la compañía afronta el reinicio en San Cibrao tras acumular números rojos por valor de 475 millones de euros en lo que va de año. Y es que la firma reportó este miércoles que sus pérdidas en el tercer trimestre ascendieron a 160 millones de euros, después de que sus ventas retrocediesen desde los 2.850 millones de dólares hasta los 2.600 millones por los bajos precios de venta del aluminio y la alúmina.

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