El jefe de Alcoa, a siete meses del reinicio en San Cibrao: «Hay un futuro brillante para el aluminio»
El presidente de Alcoa dibuja un escenario con potencial de crecimiento para el aluminio. Roy Harvey participó este miércoles en una conferencia sobre metales, minería y acero organizado por Bank of America (BofA) y en ella ha destacado que el mercado del aluminio ha alcanzado un punto de equilibrio tras años lidiando con la amenaza de la sobreoferta.
Harvey arrancó su intervención enumerando los motivos por los que cree que «Alcoa ayuda a abordar algunos de los desafíos que enfrenta el mundo en el día del mañana». «Nuestro producto, que lo hemos llamado el metal milagroso antes del aluminio infinitamente reciclable, es liviano. Ayuda a abordar un mundo descarbonizado», ha proclamado.
«Veremos al aluminio ser parte de un futuro descarbonizado«, ha proseguido Harvey. A su juicio, «la infraestructura necesaria y todo en lo que se piensa en torno a la nueva generación de energía eólica necesita aluminio». Es por ello que el metal se alía con las renovables por partida doble. Por un lado, este proceso de transición energética elevará la demanda de aluminio y, por otro, permitirá alimentar plantas como la de San Cibrao, que con los parques de Greenalia y Endesa que han visto aprobadas sus declaraciones de impacto ambiental cubrirían casi la mitad de sus necesidades energéticas.
El presidente de Alcoa también ha hecho mención al fortalecimiento del balance de la compañía en un momento marcado por la presión al alza sobre su estructura de costes . «Incluso en tiempos difíciles en los que los márgenes son reducidos nos enfocamos en asegurarnos de que podamos crear valor para nuestros accionistas y que podamos continuar trabajando en las cosas emocionantes que debemos hacer para abordar no solo los desafíos de hoy, sino empezar a anticipar y afrontar los retos del mañana». Durante su intervención en el acto organizado por BofA, Harvey ha puesto en valor la tecnología Elysis que la compañía implementa de la mano de Rio Tinto para producir «el primer aluminio libre de carbono».
¿Fin de la sobreoferta?
Sobre su visión respecto al mercado del aluminio, el jefe de Alcoa se ha congratulado por haber alcanzado «un punto en el que la oferta está encajando bastante bien con la demanda». Esta se moverá al son que dicte el ciclo económico. «Cuando vemos la incertidumbre sobre lo que está ocurriendo con el Producto Interior Bruto de América del Norte o el de China y cómo de rápido se recuperan de los cierres por Covid-19 vemos que todo eso impacta en el consumo de aluminio», ha explicado.
Por el lado de la oferta, Harvey no prevé la instalación de capacidad adicional y, además, asegura que China está empezando a darse de bruces con el tope fijado en 45 millones de toneladas producidas al año en todo el país. «Cuando tú pones estas dos cosas juntas [la incertidumbre económica y la contención de la oferta], eso puede resultar en un pequeño déficit o un ligero superávit» en el mercado del aluminio.
A las puertas del reinicio en San Cibrao
Es por ello que Roy Harvey vaticina un «futuro realmente brillante» para un aluminio que se prepara para volver a escena en San Cibrao. Allí permanece fuera de combate una capacidad instalada de 228.000 toneladas anuales de aluminio primario. A ellos se suman a las cerca de 800.000 a las que se ha renunciado en su planta vecina de alúmina, que desde mediados del año pasado opera a mitad de su capacidad, si bien en las últimas semanas ha acelerado el ritmo.
La planta de aluminio de A Mariña Lucense reiniciará su actividad el de 1 de enero y según la hoja de ruta pactada con los sindicatos, esta contará con 32 cubas operativas a partir del 1 de abril de 2024. No será hasta octubre de 2025 cuando estén todas en funcionamiento operando a un mínimo del 75%.
La empresa, que a principios de año se vio obligada a renegociar el acuerdo inicial como consecuencia de la crisis energética, se ha comprometido a invertir 88 millones adicionales a los 103 millones iniciales en tareas de modernización de la planta. Además, la multinacional acordó con los sindicatos no iniciar ningún procedimiento de regulación de empleo (ERE o ERTE) en los próximos cuatro años.