Ecodiseño: ¿qué es y cómo ayuda a las empresas a reducir la huella de carbono?
La carrera por la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático ha llevado a las empresas a implementar políticas y desarrollar acciones orientadas a reducir el impacto que provocan con su actividad en el entorno. Una de estas herramientas es el ecodiseño, una práctica que busca reducir la “huella” que dejan en el medio ambiente los productos a lo largo de su vida útil, desde su fabricación hasta su destrucción, fomentando así la transición hacia un modelo de economía circular.
Según datos de la Unión Europea más del 80% del impacto ambiental de un producto se determina durante la fase de diseño. Por este motivo, desde Bruselas han intensificado el impulso de productos más eficientes y sostenibles desde su origen que ayuden a reducir el consumo de energía y recursos.
La UE estima que, aproximadamente, cada europeo genera al año unos 180 kg de residuos de envases. Es por ello que se ha establecido como objetivo “atajar el exceso de envases y mejorar su diseño para fomentar la reutilización y el reciclado”.
Estrategias de ecodiseño
El Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico señala que el concepto de ecodiseño “se refiere a todo el ciclo de vida de un producto, desde que se decida qué materia prima se utiliza, el proceso de fabricación, su transporte, la utilización posterior y reciclaje futuros”.
El punto de partida para aplicar las estrategias de ecodiseño pasa por hacer un análisis del concepto del producto en el que se identifican la cantidad de recursos que son necesarios para su fabricación. La siguiente fase dentro de esta estrategia estará relacionada con la búsqueda de alternativas para reducir los recursos que son necesarios para su fabricación.
Otra de las muchas estrategias relacionadas con el ecodiseño está relacionada con la cadena de distribución y su objetivo es reducir el impacto tanto del embalaje como de los sistemas del transporte, por ejemplo, mediante el uso de vehículos o combustibles de bajas emisiones.
La optimización del fin de la vida útil del producto es otro de los puntos claves dentro del ecodiseño. Se trata de conseguir que los materiales con los que ha sido fabricado se puedan separar para su correcta gestión como residuo, que puedan llegar a ser reutilizados o incluso revalorizarse, es decir, que mediante la aplicación de una serie de procesos puedan llegar a convertirse en fuente de energía.
La apuesta de la UE por el ecodiseño
En marzo de 2022 la Comisión Europea propuso un nuevo reglamento de diseño ecológico para establecer “un marco general sobre ecodiseño para productos sostenibles y derogar las normas actuales, centradas hasta el momento en los productos relacionados con la energía”.
Entre otros objetivos, desde Bruselas pretendían con esta nueva regulación frenar “la destrucción de productos no vendidos, además de promover la contratación pública ecológica y ofrecer incentivos, como vales ecológicos o impuestos verdes, para animar a la gente a comprar productos respetuosos con el medio ambiente”.
En julio de este mismo año el Parlamento dio luz verde a un informe elaborado por la comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria sobre la revisión de este marco legislativo de la UE sobre ecodiseño con el objetivo de reforzar las medidas para garantizar una mayor duración de los productos, que terminará por cristalizar tras las conversaciones que mantendrá con los distintos Estados.