Crisis de EiDF: una sociedad sin apenas patrimonio y en pérdidas controla el grupo
Una sociedad del dueño sin apenas patrimonio neto, unos 268.000 euros declarados, y en pérdidas al cierre de 2021, controla más del 72% del capital de EiDF. Se trata de Prosol Energía SL, que tiene como accionista único a Fernando Romero Martínez, presidente ejecutivo del grupo, por lo que su posición indirecta es del 72,16% en una compañía que llegó a valer unos 1.721 millones en el BME Growth antes de la suspensión decretada por la CNMV.
Dos vidas parece tener Prosol Energía. Es, por un lado, la matriz del grupo consolidado, y así lo asegura EiDF en sus últimas cuentas semestrales y se constata en los porcentajes de participaciones significativas declarados, que detallan una reducción desde el 76,8% que tenía Romero Martínez en el arranque de 2022 al mencionado 72,1% actual. Y es también, de otro, una comercializadora del grupo con actividad propia, aunque reducida, que se comprueba en su cifra de negocio, unos escasos 71.400 euros al cierre de 2021, después de declarar unos ingresos de 368.000 euros en 2020. También se pone de manifiesto en su inmovilizado material, propio de una empresa con actividad fabril o comercial al uso, y no una sociedad cabecera.
Valor contable de la inversión
Dentro del activo no corriente de Prosol Energía, es en el apartado de inversiones en empresas del grupo donde se coloca la participación en EiDF, que sus gestores sin embargo no mencionan a lo largo de la memoria de la compañía depositada con las cuentas en el Registro Mercantil. Esas inversiones declaradas, en valor contable y no a precios de mercado, se sitúan en 1,2 millones de euros. En este sentido, están en línea con los 1,4 millones de euros de capital en circulación de EiDF, a través de 57,8 millones de acciones, y el peso accionarial de Romero Martínez. Otra cosa bien distinta es su capitalización, hasta llegar a esos 1.721 millones, para una compañía con un escaso free float.
La foto de Prosol Energía corresponde a diciembre de 2021, año al que van referenciadas las últimas cuentas. Por tanto, esos 268.000 euros de patrimonio neto vienen a ser el conjunto de bienes y derechos de la empresa en ese momento, que se podrían definir contablemente como su valor real, restando el pasivo al activo de Prosol Energía, que es de unos 2,7 millones de euros.
¿Una sociedad matriz o una pyme?
En lo que respecta a la cuenta de resultados, la de la sociedad matriz de EiDF bien podría ser la de una pyme. Prosol Energía declaró unas pérdidas de 2.389 euros al cierre de 2021, después de haber tenido un beneficio de 20.852 euros un año antes. De las limitadas dimensiones de la compañía también hablan sus recursos propios. La sociedad de Fernando Romero Martínez tenía hasta febrero del año pasado un capital de 3.000 euros. Fue entonces cuando acometió una ampliación por importe de otros 100.000 euros.
Fue también a finales de 2021 cuando Prosol Energía pasa de comercializadora a algo más, tenedora de acciones, al ampliar su objeto social. Tenencia, administración, adquisición y enajenación de valores mobiliarios y participaciones sociales de empresas, que fue ese el cambio anotado en el Registro Mercantil, para el control de un grupo al que, directamente, Prosol Energía no alude en su memoria en ningún momento.