Contrarreloj en Ferroatlántica para ‘encender’ de nuevo Sabón con renovables
Compás de espera en Ferroatlántica por los contratos de suministro de energía a largo plazo (PPA) para Sabón (Arteixo). La filial de Ferroglobe avanza en sus negociaciones con grupos energéticos, sin que, por el momento, estas conversaciones hayan cristalizado en acuerdos como los por Alcoa con Endesa y Greenalia, empresa esta última que también proveerá de energía verde a Showa Denko en A Coruña.
Tras sellar el pasado mes de noviembre un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que afectará a un máximo del 75% de la jornada laboral hasta diciembre de 2023, desde el comité de empresa apremian a la empresa para cerrar un acuerdo por los PPA.
«De esto depende que la fábrica pueda reiniciar su actividad», argumenta el presidente del comité de empresa, Armando Platas (CIG). Y es que la factoría permanece con sus tres hornos apagados desde el pasado mes de julio, una situación idéntica a la que se vivía en la planta de Boo (Cantabria), que, sin embargo, ha podido reiniciar un primer horno en este arranque del año ante la bajada del precio de la luz.
«Cuanto más se tarde, peor será»
Desde el comité de empresa advierten de la volatilidad en el mercado eléctrico y la posibilidad de que los precios vuelvan a regresar a cotas como las que forzaron este apagón. Es por ello que reclaman a la multinacional que acelere en las negociaciones para emular a Alcoa o Showa Denko y, de esta manera, blindar el suministro eléctrico de la planta de Sabón. «Cuanto más se tarde, peor será», asegura Armando Platas.
En este sentido, la Ley de áreas empresariales de Galicia otorga una mayor agilidad administrativa a la tramitación de aquellos parques eólicos que destinen a la industria al menos la mitad de su producción energética. Se trataría de un ventaja competitiva respecto, por ejemplo, a la factoría de Cantabria, en la que Ferroatlántica contaría con el recurso de rubricar un acuerdo para un clásico PPA financiero.
Enero, el mes clave que marcó Ferroglobe
Además, en este mismo mes se cumple el plazo que el propio CEO de Ferroglobe, Marco Levi, fijó en el calendario para alcanzar este tipo de acuerdos. Según apuntó el directivo durante la presentación de los resultados semestrales de la compañía, esta “trabaja arduamente para tener PPA´s vigentes a partir de enero de 2023”.
El objetivo bajo este tipo de contratos es beneficiarse de un precio más competitivo y, además, dibujar cuál será el escenario de los costes energéticos a largo plazo. «Precisamente cuando se celebraban las subastas de interrumpibilidad, una de las críticas que se lanzaban desde la empresa es que eran para periodos cortos de unos seis meses. Ahora existe la posibilidad de acordar un PPA para ocho o diez años«, subraya el presidente del comité de empresa.
La crisis energética es, a juicio de los sindicatos, la principal piedra en el camino para Ferroatlántica. Según el representante de los trabajadores. A este lastre con el que la compañía ha lidiado en los últimos años se ha sumado también otro por la vertiente de las ventas. La ralentización de la economía mundial a cuenta de la escalada de precios desatada por la invasión de Ucrania ha provocado una reducción en la demanda de silicio metal. Según argumenta Armando Platas, esta dinámica se está dando a «nivel mundial» y, si bien no ha dado visos de remitir por el momento, sí se espera que lo haga en los próximos meses.