Castrosua vuelve a beneficios tras dos años de ERTE, 9 millones en créditos públicos y un socio chino
Castrosua, histórica compañía del sector de la automoción en Galicia, endereza el rumbo, aunque no sin esfuerzos. La compañía presidida por Juan Luis Castro Rodríguez logró el pasado año abandonar los números rojos. Lo hace, no obstante, tras encadenar ERTEs en sus principales sociedades por causas productivas, ante el descenso de pedidos, y tras haber recibido en los últimos ejercicios apoyo público vía créditos. En el horizonte, y tras haber diseñado un plan estratégico con la ayuda de KPMG, la compañía mira a los mercados internacionales, animada por su acuerdo con BYD por la que fabrica las carrocerías de los autobuses eléctricos del gigante chino para España.
Así lo revelan las cuentas de la compañía recientemente depositadas en el Registro Mercantil y consultadas por Economía Digital Galicia. Con sus principales bases de operaciones en Santiago y en Vilagarcía, el pasado año, la principal sociedad del grupo, Carrocera Castrosua, logró retornar al negro tras firmar unas abultadas pérdidas de más de seis millones de euros en 2021. El ejercicio del estallido de la guerra en Ucrania y la inflación, la sociedad logró dar la vuelta al calcetín con un beneficio neto de casi 1,2 millones de euros. La firma elevó sus activos desde los 23,2 hasta los 37 millones de euros e incrementó su patrimonio neto de 5,1 a 6,3 millones. La cifra de negocio volvió a crecer, de los 25,1 a los 28 millones de euros, aunque continúa muy lejos de los 44 millones que facturó en 2020. El resultado de explotación, el propio de la actividad de la compañía, se mantuvo en negativo, aunque se minoró de los 2,3 a los 1,5 millones de euros.
Del Covid a los componentes
En su informe de gestión, los administradores de Castrosua enumeran los problemas a los que se ha tenido que enfrentar la compañía en los últimos años. “El mercado en el que actúa ha estado marcado por la evolución del Covid19, redundando en una clara caída de la demanda de nuestra principal actividad, la venta de carrocería de autobuses, que ha afectado sustancialmente a los ejercicios 2021 y 2022”, indican. “Como consecuencia de ello, en 2022 se mantuvieron algunas actuaciones ya iniciadas el año anterior como ajustes en la plantilla de la empresa, mediante un ERTE con su correspondiente impacto en los resultados del ejercicio”, añaden. Esta situación no ha mejorada a pesar de los beneficios ya a principio de año, la compañía encadenó un nuevo expediente temporal de empleo ligado a causas productivas.
Al margen del impacto del Covid, los de Castro Rodríguez también explican que la elevada inflación ha sido otro de los factores que ha afectado a la rentabilidad de la empresa. Además, “también se ha visto impactada por la escasez de semielaborados que han ocasionado que nuestros partners (las marcas de chasis), no hayan podido cumplir el calendario de entregas de bastidores afectando a la cifra de negocio de la empresa, ya que han ocasionado numerosas paradas de la actividad y el desplazamiento de parte de la facturación a 2023”.
Créditos públicos
Pero, con estos mimbres, ¿qué es lo que ha hecho Castrosua para lograr volver a beneficios? En primer lugar, los administradores de la firma indican que durante el ejercicio 2022, “la empresa elaboró un plan de viabilidad con el asesoramiento de KPMG en el que se prevé una recuperación del sector y una mejora de la rentabilidad de la compañía, obteniendo beneficios en los próximos ejercicios”. Es por esto por lo que, “aplicando el criterio de prudencia, se toma la decisión de revertir parcialmente el deterioro del activo representado por el crédito fiscal de ejercicios anteriores”.
Además, desde el Covid la compañía ha recibido inyecciones de dinero público. En concreto, en su memoria, indica que debido a la pandemia, recurrió a la financiación de créditos ICO, “con la obtención de préstamos por importe total de 4,6 millones de euros”. Posteriormente, el pasado año, “con la lenta recuperación del sector y agravado esto con la guerra de Ucrania y Rusia, la empresa junto al consultor KPMG elaboran un plan de viabilidad para el periodo 2022-2029”. El mismo, explican, fue admitido por la compañía pública Cofides, que le otorgó un préstamo de 4,4 millones con cargo al Fondo de Recapitalización de empresas afectadas por el Covid, a devolver en siete años, con los dos primeros de carencia.
Aunque Castrosua no consolida sus cuentas, al margen de su principal sociedad, Carrocera Castrosua, el grupo está conformado por otras empresas. El pasado año todas cerraron en positivo con excepción de Castro Carrocera, que con una cifra de negocio de 12,7 millones de euros, por encima de los 10,9 de 2021, se anotó unas pérdidas de algo más de un millón de euros.
Alianza estratégica
Las cuentas de Castrosua depositadas en el Registro Mercantil vienen acompañadas de su memoria de información no financiera, en la que tanto el presidente como la consejera delegada del grupo, Beatriz Castro, dan algunas de las claves sobre el futuro de la compañía. En una carta de presentación indican que, a pesar de las dificultades del sector, la firma hace “un balance positivo del ejercicio 2022 en términos de los logros alcanzados en los pilares fundamentales de nuestra actividad, mejorando ventas en algo más de seis puntos con respecto a 2021”. Así, destacan como objetivo de futuro la internacionalización de la mano de alianzas estratégicas.
“Abrirse a nuevos mercados internacionales conlleva un importante esfuerzo para toda la organización, no obstante, sigue en el punto de mira y objetivos de Castrosua como palanca clara de crecimiento junto con la política de alianzas”, exponen. “Un ejemplo relevante es el acuerdo firmado, en septiembre de 2022, con el gigante chino BYD, primer fabricante mundial de automoción, con el que ya estamos fabricando vehículos”, apunta.
Por otro lado, Castrosua deja clara en su memoria que su apuesta para los próximos ejercicios se centrará en la innovación, teniendo en cuenta “que el gas, la electricidad o el hidrógeno serán claros protagonistas en los nuevos escenarios de sostenibilidad hacia los que se dirige el sector”. Así, la compañía participa, por ejemplo, en un proyecto de movilidad sostenible promovido por Incotec y que se presenta a recibir ayudas del PERTE VEC. Indican los administradores de Urovesa que el año pasado “se le comunicó una propuesta de concesión de subvención por 4,6 millones correspondiente a actuaciones integrales denominadas de la cadena de vehículo eléctrico”.