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Bimba y Lola segrega su negocio en España, que aporta más de la mitad de sus ingresos
Bimba y Lola ha segregado su negocio en España. La operación, aprobada en una Junta General el pasado 4 de septiembre, se materializó mediante la separación de la «actividad de comercialización al por menor de prendas de vestir, calzado y accesorios en territorio español» para luego traspasarla en bloque a una nueva sociedad creada en marzo de este año, Bimba y Lola España, que adquiere todos los derechos y obligaciones derivados del negocio segregado.
Esta filial, controlada desde el holding del grupo, acaba de ampliar capital por un importe de cuatro millones. Tiene como administradores solidarios a José Manuel Gutiérrez, consejero delegado de la firma de la familia Domínguez desde 2018, y a Augusto Soto, responsable de ventas. La segregación da continuidad a la reorganización interna que llevó a cabo la textil coincidiendo con la llegada de Gutiérrez al puesto de CEO. Entre 2018 y 2019, la compañía constituyó tres nuevas sociedades, cada una para un área de actividad: Bimba y Lola Inversiones, Bimba y Lola Real Estate y Bimba y Lola Inversiones.
Un negocio de casi 150 millones
Con la puesta en marcha de Bimba y Lola España las sobrinas de Adolfo Domínguez aglutinan en una sola filial el negocio más relevante del grupo. El mercado español representa más de la mitad de los ingresos que genera la compañía. En 2021, la cifra de negocio de la compañía fue de 133,6 millones en España, mientras que la facturación total se situó en los 215,8 millones. Tampoco es inusual que una filial controle la actividad en un área geográfica, pues es el método que ha empleado la multinacional en su expansión internacional, que la llevó a tener presencia en 48 países y superar los 1.800 trabajadores en plantilla.
Economía Digital preguntó en el mes de octubre en dos ocasiones a la compañía los motivos de la segregación del negocio español, sin que respondiera de manera alguna. El año pasado, Bimba y Lola ganó 11,6 millones, un 26% menos a causa del impacto de la inflación y las inversiones, que impidieron rentabilizar mejor el incremento de las ventas hasta los 225 millones, un 4% más.