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As Pontes dice adiós al carbón: la térmica de Endesa, a punto de agotar sus últimas reservas

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Adiós al carbón. La térmica de Endesa en As Pontes (A Coruña) agotará en las próximas horas las “las últimas existencias” que permanecen en su parque de almacenamiento, según el presidente del comité de empresa de la factoría, Ricardo Casas.

El portavoz sindical ha recordado que el complejo ya dispone de su «autorización para el cierre», y ha indicado que el plazo es de «horas más que de días» para que se «apague definitivamente la central».

Salida de personal a partir de noviembre

Así, ha considerado que ese hito podría alcanzarse «a lo largo del día de hoy» y ha resaltado que lo «primero que se hará» es que la instalación pase a una «posición segura», un proceso que incluye «primeros trabajos para retirar» elementos valorados como «carga de fuego», como combustibles líquidos o restos de mineral.

Casas, en declaraciones a EFE, ha estimado que el objetivo es «minimizar riesgos, ya que la instalación va a quedar sin el mantenimiento que es normal«, y ha manifestado que el próximo 1 de noviembre, como consecuencia del cese de la operatividad, ya se prevé la salida de «personal que se iba a prejubilar y que seguía por las circunstancias de la producción».

Recolocaciones y desmantelamiento

Por su parte, un segundo grupo de «personas recolocables en destinos no perjudiciales también va a salir el 1 de noviembre» y unas 25 personas permanecerán en las dependencias a la espera de que concluyan los trabajos previos al desmantelamiento.

En este caso, el dirigente sindical ha matizado que se trata de empleados que serán trasladados a recintos de Endesa en el resto de España, mientras que los operarios de la industria auxiliar verán prorrogados sus contratos «hasta finales de noviembre».

Ricardo Casas ha insistido en la necesidad de que ese último colectivo cuente con carga de trabajo a corto plazo para evitar que «haya intervalos en que tengan que recolocarse o ir al paro» antes de sumarse a las labores de desmantelamiento de la térmica.

Un cierre demorado

Endesa solicitó a finaldes de 2019 autorización para cerrar las instalaciones de la térmica, si bien por distintas causas, entre ellas el mandato de Red Eléctrica por la crisis del gas que hizo que la térmica tuviese que volver a quemar el pasado año, demoró su cierre.

Las tareas de desmantelamiento de Endesa durarán cuatro años y en ellas está previsto que participen más de 130 empleados. Con el cierre de la térmica, Galicia pierde más de 1.400 MW de potencia instalada, si bien en estos momentos solo la mitad, dos ciclos de 700 MW eran los que estaban disponibles.

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