Altri persigue los fondos europeos y presenta en Bruselas su fábrica de fibras textiles
Los fondos europeos no han llegado a Palas de Rei, pero Altri ha ido junto a los fondos europeos. A Bruselas. Allí presentó la pastera portuguesa su proyecto para construir una fábrica de fibras textiles a partir de madera en la localidad lucense, una inversión de 800 millones, que la convierte en la iniciativa más importante de las impulsadas por la Xunta a los fondos europeos.
A la reunión con representantes de la Comisión Europea acudieron José Soares de Pina, consejero delegado de Altri, y Carlos Van Zeller, vicepresidente del comité ejecutivo; también Enyd López, directora general de Impulsa Galicia, la sociedad público privada que creó el Gobierno gallego para gestionar los proyectos tractores de la comunidad que optan a fondos Next Generation.
Por parte de la Comisión Europea, estuvieron Emmanuelle Maire, responsable de la unidad de Economía Circular, Producción Sostenible y Consumo del departamento de Medio Ambiente, y José María Ramos Florido, de la Dirección General de Medio Ambiente.
Altri e Impulsa defendieron el carácter pionero del proyecto, que convertirá Europa en referente de economía circular en el sector textil, ya que integrará en un único proceso la producción de pulpa y fibra, además del uso del residuo textil, explicó Impulsa en un comunicado. Señaló además que se prevé que genere 2.500 empleos.
Un centenar de ingenieros trabajan en el proyecto
La papelera lusa todavía no ha confirmado si ejecutará la inversión. Actualmente está trabajando en el estudio de impacto ambiental, el proyecto de ingeniería, la viabilidad económica, la financiación y, claro está, el acceso a los fondos de la UE. Altri prevé confirmar a lo largo de este año la construcción de la planta, aunque ya ha retrasado la fecha en varias ocasiones, pues inicialmente se comprometió a tener la repuesta definitiva a finales del año pasado.
Lo cierto es que está dando todos los pasos para materializar el proyecto. Además de hacerse con los terrenos en Palas de Rei y buscar socios locales, como el dueño de Greenalia, cuenta con una sede permanente en la ciudad de A Coruña donde trabajan una docena de empleados. Es una parte del centenar de ingenieros que, en diversas parte del mundo, trabajan en este proyecto, que fue declarado como estratégico por la Xunta para agilizar la tramitación.