Alcoa pierde 140 millones en San Cibrao en el primer año de inactividad de la fábrica
La planta de aluminio de Alcoa en San Cibrao (Lugo) ha perdido 140,5 millones en su último ejercicio, cerrado el 31 de octubre de 2022. Son los primeros resultados de la multinacional que incorporan el efecto del apagado de las cubas de electrolisis, que se produjo en enero del año pasado y que supone la práctica hibernación de la fábrica, que solo mantiene operativa una parte de la fundición. Los números rojos suponen prácticamente quintuplicar el resultado negativo registrado en 2021, cuando perdió 28,7 millones, según consta en las cuentas de Aluminio Español, la filial que controla la planta lucense.
El apagado de la electrolisis, acordado con los sindicatos después de que la compañía plantease el cierre de la factoría, pretende ahorrar costes en las instalaciones, fundamentalmente energéticos, a la espera de que la escalada de precios de la electricidad amaine y Alcoa pueda materializar una serie de acuerdos de suministro que le permitan abaratar la factura. La reactivación de la planta, donde la empresa ha comprometido una inversión de 180 millones de dólares, se producirá en enero de 2024, aunque será más lenta de lo inicialmente previsto. Por tanto, la compañía con sede en Pittsburgh todavía afronta este año sin apenas actividad en la fábrica gallega, la única que producía aluminio primario en España.
El frenazo de Alcoa, en números
El incremento de las pérdidas se fundamentó en una caída del 85% de la cifra de negocio, que pasó de los 1.519 millones a los 224,8 millones. Aunque la contención de los gastos fue muy relevante –por ejemplo, los aprovisionamientos pasaron de 1.198 millones a solamente 91,7 millones– , la dotación de una provisión por reestructuraciones de 35,3 millones engordó los números rojos.
Las ventas serán todavía menos en el actual ejercicio. Alcoa prevé que se sitúen en las 52.066 toneladas, frente a las 63.498 de 2021. En el ejercicio pudo producir 39.430 toneladas de aluminio electrolítico (incluye los meses de noviembre y diciembre) antes de detener las cubas en enero, cuando en el ejercicio anterior fueron 208.784 toneladas. La fundición produjo la mitad que en el año anterior, 102.402 miles de toneladas de aluminio.
Devolución de 36 millones en ayudas
Los abultados números rojos en las que incurrió Aluminio Español provocaron un fuerte deterioro del patrimonio neto, que pasó de los 194 millones a 73,8 millones a cierre del pasado ejercicio. «A 31 de octubre de 2021 y 2022, la situación de inviabilidad de la planta se ha mantenido
y el precio de la electricidad continua siendo la principal causa de las importantes pérdidas», dice la compañía en su informe de gestión.
El año pasado, Alvoa tuvo que devolver 36,5 millones en ayudas recibidas por las compensaciones de las emisiones indirectas de CO2 en los ejercicios 2017, 2018 y 2019. El Ministerio de Industria exigió su reintegro al entender que el proceso de reestructuración incumplía las condiciones exigibles para la ayuda al detener la actividad de la planta. La compañía recurrió ante la Audiencia Nacional, pero perdió. En consecuencia, devolvió 34, 2 millones de las compensaciones y 2,5 millones por intereses de demora.
