El sueldo de Garamendi en CEOE antes de regularizarlo: 1.000 euros al día

La asamblea de la patronal española vota levantar el límite de mandatos y dificultar que se presenten candidatos alternativos a las elecciones

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Antonio Garamendi culmina este miércoles el golpe a CEOE: la asamblea, el órgano de máxima representación de la patronal española, aprueba los cambios en los estatutos que impulsó para quedarse en su presidencia las legislaturas que quiera. El premio es lucrativo, con su nuevo sueldo regularizado a razón de 400.000 euros al año, más de 20 veces el SMI que defiende congelar. Pero ya antes de la regularización de principios de año, su remuneración era muy jugosa: 1.000 euros al día.

La memoria anual de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales de 2022 cifra el salario de su presidente y su secretario general –este segundo sí es empleado y tiene un cargo ejecutivo–. Llama la atención que son las primeras cuentas anuales en las que se admite el sueldo de Garamendi pese a que, tras destaparlo Economía Digital, lo negó y hasta febrero no estuvo regularizado. Y es que las cuentas, aunque son de un periodo anterior, están presentadas tras la votación de su salario, por lo que ya no tenía motivos para camuflarlo. 

Hasta 2021, en su memoria, CEOE informaba de la “remuneración total devengada por los miembros de la junta y los cargos directivos de la organización”, entre “sueldos, dietas y otras remuneraciones”, que en dicho año ascendió a 601.000 euros, pero no especificaba quién se llevaba qué, y como la junta es muy numerosa, quedaba escondido. 

En 2022, cuando ya se había descubierto el pastel, sí se ha incluido ya el salario del presidente, 365.000 euros, y se compara con la de 2021 (353.000 euros), con lo que de facto se admite que se estaba ocultando. El documento explica que Garamendi cobra por “funciones representativas” y aunque dice que incluye al presidente en el desglose de plantilla solo “a efectos informativos, aunque no forma parte de la plantilla”, luego dice que su sueldo se incluye entre los “gastos de personal”. Confusión en el redactado, como la que rodea al salario y cómo lo percibe. 

Garamendi aseguró que se subía el sueldo en 2023 porque lo tenía congelado, pero el año pasado se lo mejoró en 12.000 euros

El otro miembro de la junta que cobra es el secretario general, por funciones de alta dirección, y percibió 256.000 euros en 2022. El cargo lo ocupa José Alberto González-Ruiz Martínez, un histórico de la organización, que pasó también por Cepyme precisamente cuando la presidía el directivo vasco. Garamendi se lleva un 43% más que él pese a que sus tareas son ejecutivas y sí es empleado de la patronal. 

Tras la regularización, que consistió en dejar de ocultar su sueldo, cambiar el régimen de cotización y que lo aprobaran los órganos de gobierno de CEOE, Garamendi aprovechó para subirse la remuneración hasta los 400.000 euros con el argumento de que llevaba años congelado. A luz de la memoria de 2022, eso es falso, pues su sueldo bruto mejoró en 12.000 euros respecto al año anterior, un 3,4% más. 

Cambios en los estatutos de CEOE

Garamendi logró que los socios de CEOE le aprobaran la subida sin apenas rechistar, de la misma forma que conseguirá los cambios en los estatutos que adelantó Economía Digital y que negó en la campaña a las elecciones de noviembre: eliminar la limitación de mandatos, además de pedir más avales a los candidatos a los comicios, lo que dificulta que se presenten propuestas alternativas. 

Garamendi aseguró que muchas patronales socias de la confederación le han pedido eliminar el límite de dos mandatos consecutivos del presidente, que fijó Joan Rosell para evitar otro caso como el de José María Cuevas –que, dicho sea de paso, también cobraba como presidente de CEOE–, para poder levantarlos también. Ahora se verá si hay una cascada o no. Sí es probable que algunas de las más cercanas al directivo vasco, como CEV y CEIM, sigan su camino. 

El resto de cambios en los estatutos para hacer más difícil la presentación de candidaturas a la presidencia, como aumentar el número de avales y ampliar la antelación con la que se tiene que presentar, Garamendi argumentó que eso no dificulta presentarse. Lo cierto es que si no es así, no se entiende que lo endurezca porque CEOE no tiene un problema, como sí les sucede en ocasiones a los partidos políticos en las primarias, de que aparezcan candidatos desconocidos a la búsqueda de fama. En la patronal no ha ocurrido nunca y, de hecho, que haya elecciones tampoco es lo más habitual, por lo que blindarlo aún más es difícil de entender. 

Otro cambio polémico es imponer la elección por aclamación del presidente si no tiene rival. Hasta ahora, si solo hay un candidato, si un solo miembro de la asamblea lo solicita, hay que celebrar elecciones, lo que permite un voto de castigo. Con la modificación estatutaria, esa opción no existirá. No solo será más difícil presentarse, sino que si no se presenta un segundo candidato, el presidente será elegido por aclamación.

Pese a que algunas patronales, como Cepyme, Foment del Treball y CEIM, han sido críticas con los movimientos de Garamendi, en este caso no se prevé la oposición de ningún socio importante de la confederación. De hecho, la catalana dejó claro este martes que su voto será favorable a los cambios estatutarios de Garamendi.

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