Scholz sobre la caída en bolsa de Deutsche Bank: «No hay motivo para estar preocupado»
El canciller alemán, Olaf Scholz, asegura que la entidad financiera es "muy rentable"
El canciller alemán, Olaf Scholz, ha asegurado que «no hay motivo para estar preocupado» por la situación del Deutsche Bank, que ha protagonizado una sesión con caídas en bolsa que han llegado hasta el 14%. De hecho, el miedo en los mercados ha arrastrado al resto de bancos alemanes, con entidades como Commerzbank cayendo alrededor de un 8%.
Scholz ha garantizado que la entidad financiera alemana «es un banco muy rentable», al finalizar la cumbre que los líderes europeos concluyeron este viernes en Bruselas, donde han analizado la situación de los mercados financieros.
Deutsche Bank se desploma en bolsa
El desplome de la acción del Deutsche Bank se ha producido después de que la entidad anunciara que planea el 24 de mayo redimir 1.500 millones de dólares de deuda subordinada, el equivalente a 1.394 millones de euros, antes de su vencimiento en 2028.
El banco ha asegurado que cuenta con «todas las aprobaciones reglamentarias requeridas» para esa decisión, pero esta ha causado un hondo impacto en el sector bancario, que ha entrado en números rojos tras conocerse. El Deutsche Bank ha precisado que reembolsará los bonos al cien por cien de su valor nominal «con los intereses devengados hasta la fecha de amortización».
«Estabilizar» los bancos europeos
«Desde hace años hemos tomado las decisiones correctas para estabilizar los bancos en Europa», ha destacado Scholz. Así, el canciller alemán ha afirmado: «El sistema bancario europeo es robusto y estable y tenemos las estructuras de supervisión necesarias».
«Se puede decir claramente que en los últimos años tenemos normas más estrictas», ha aseverado Scholz, que ha aplaudido las últimas decisiones que ha adoptado la presidenta del Banco Central Europeo (BCE) para afrontar las turbulencias financieras y combatir la inflación.
Compra de Credit Suisse
La quiebra de SVB en Estados Unidos no solo desató turbulencias en el mercado financiero sino que también comportó la compra de Credit Suisse por parte de UBS por 3.000 millones de francos suizos, el equivalente a 3.030 millones de euros. A través de esta operación, el Gobierno suizo garantizó 100.000 millones de francos suizos para la liquidez del banco y asumió hasta 9.000 millones de posibles pérdidas para reducir los riesgos en los que incurre el banco UBS al absorber el banco helvético.
De esta forma, el banco asumirá sus pérdidas y solo si llega a un determinado umbral intervendría la garantía pública. La operación contemplaba, además, una prima de riesgo que el banco deberá pagar por los prestamos. «Esta solución también implica riesgos, pero los riesgos para el Estado para los contribuyentes, para la economía, para nuestro país en su conjunto, pero también para la estabilidad financiera internacional«, indicó la ministra de Finanzas suiza, Karin Keller-Sutter, remarcando que «es una solución privada, no un rescate».