Ribera frente a todos: las críticas a la reforma eléctrica se multiplican
Empresas, patronales, gestores... la lluvia de críticas a la reforma del mercado eléctrico va en aumento
La propuesta de reforma del mercado eléctrico que ha planteado el Gobierno español, ante los planes de Bruselas de dar un cambio a la política energética de Europa, sigue levantando ampollas entre los principales actores del sector. Sean empresas, patronales o supervisores. La vicepresidenta Teresa Ribera no encuentra apoyos.
El último ejemplo de esta falta de apoyos, justo 24 horas después de que diversos Estados miembro también hayan puesto ‘peros’ a la propuesta de la ministra para la Transición Ecológica, ha llegado desde la jornada ‘Eólica y Mercado’, primera cita del sector eólico en 2023 y organizada por la Asociación Empresarial Eólica (AEE).
Este martes, hasta la presidenta del operador del mercado (Omel), Carmen Becerril, ha sido sutilmente clara. «El sistema ha funcionado, y ha dado señales de precio a la perfección«. Con esta sencillez, la responsable de la gestión del mercado diario de la electricidad, ha resumido lo que piensa gran parte del sector: quizá no es necesario dinamitar el modelo actual.
En este sentido, Becerril ha recordado que, por ejemplo, echa en falta dentro de las propuestas planteadas por el Gobierno un «impulso rotundo» a las baterías. De igual modo ha lamentado que las interconexiones de la península ibérica también hayan quedado en un segundo plano dentro del modelo del Ejecutivo.
Las empresas discrepan
Las grandes eléctricas también discrepan. Algo que, por otra parten, llevan haciendo ya desde hace semanas. Desde Iberdrola, por ejemplo, asumen que con estas medidas el Gobierno está poniendo «precios políticos» a la electricidad. Una situación que provoca que, en cierta medida, sea el Estado el que determina en qué se debe invertir.
Por su parte, el subdirector de Regulación de Endesa, Eduardo Moreda, es muy rotundo y sentencia que «el diagnóstico que ha hecho el Gobierno sobre la situación de España no es el correcto«. Además, como ya se ha insistido desde el sector, esta propuesta es ‘de facto’ una intervención del mercado a largo plazo. Un problema añadido puesto que nadie sabe cómo van a evolucionar los costes.
La ministra, a su ritmo
Por su parte, Teresa Ribera se mantiene ajena a estas críticas desde todos los ámbitos del sector. Así, este martes ha mantenido su hoja de ruta. Aboga por que la reforma del mercado energético en la Unión Europea se zanje antes de la celebración de las elecciones europeas que tendrán lugar en mayo de 2024.
Ribera opina que la reforma del mercado energético en la UE «no debe quedar colgando» entre dos legislaturas debido a sus características e implicaciones. A su juicio, que las decisiones sobre esta reforma se produzcan entre dos mandatos puede dar lugar a que «fallen» las señales que se manden a las empresas y que esto afecte a sus inversiones en materia energética.
En ese sentido, la ministra ha descartado que las decisiones sobre esta reforma vayan a adoptarse durante la presidencia española del Consejo de la Unión Europea, que comenzará el 1 de julio de este año y se extenderá hasta el 31 de diciembre de 2023. Sin embargo, sí que ha augurado «muchas reuniones» entre los ministros de energía de los distintos países de la UE durante la presidencia española del Consejo.
La eólica, también a su ritmo
Por lo que respecta al sector eólico, en una de sus primeras grandes citas del año, el presidente de la patronal AEE, Juan Diego Díaz, ha señalado en el foro ‘Eólica y Mercado’ que es trascendente el proceso de consulta pública para la reforma del mercado eléctrico, que inició recientemente la Comisión Europea, ya que marcará las reglas de juego del modelo de negocio del sector renovable en Europa.
«Desde AEE tenemos claro que un buen diseño de mercado debe basarse en una serie de pilares fundamentales como son entre otros, garantizar la libertad de todos los actores para optar por las diversas herramientas o mecanismos, sin limitaciones ni obligaciones; así como aportar entornos atractivos para los inversores haciendo convivir todas las posibilidades de operación en el mercado, además de garantizar la estabilidad regulatoria y la seguridad jurídica, asegurando que en ningún caso haya efectos retroactivos sobre los contratos en vigor, ni impacto sobre los agentes del sector que puedan poner en peligro la rentabilidad de sus inversiones», añadió.
Sobre el propio sector, ha recordado que en España en 2022 la energía eólica ha supuesto un ahorro de 8.252 M€ en el coste de la energía del mercado eléctrico. Un día concreto, el 17 de enero, el precio de la electricidad cayó hasta los 5,1 €/MWh gracias a la eólica. Se trata del precio más bajo desde enero de 2021.