Renfe, al asalto de Europa: llegará a París, peleará por el cercanías francés y estudia otros mercados
El operador ferroviario ve a Francia como su “salida a Europa” y se prepara para consolidarse como una empresa “de referencia”
Renfe prepara su asalto a Europa. La compañía pública dejó calor en su plan estratégico 2018-2023-2028 que uno de los pilares de crecimiento de la empresa debe ser su internacionalización. Por ahora, tiene manchitas puntuales repartidas por el mapa del continente, pero su ambición es convertirse en un operador de referencia, empezando por Francia. La empresa pondrá en servicio rutas de alta velocidad en julio, quiere llegar a París el año que viene y peleará por contratos regionales, mientras ya echa el ojo a otros mercados.
Este lunes, el presidente de Renfe, Raül Blanco, ha anunciado que la empresa volverá a operar las líneas de alta velocidad Barcelona-Lyon y el Madrid-Marsella a partir de los días 13 y 28 de julio respectivamente, tras meses de burocracia y viajes de prueba para formar a sus conductores. Hasta el año pasado, la compañía gestionaba los trayectos transfronterizos junto a SNCF, hasta que su homólogo francés rompió la alianza alegando que no eran trayectos rentables y se quedó únicamente con el Barcelona-París.
Justamente, la capital gala es la próxima parada a la que quiere llegar Renfe. Blanco ha asegurado que solo necesitan los últimos certificados de seguridad, de modo que esperan poder volver a la ciudad antes del verano del 2024. “Ver llegar a los atletas a los Juegos Olímpicos de París en un tren de Renfe sería bonito”, ha afirmado el ejecutivo.
La empresa dependiente del Ministerio de Transportes ya tiene abierta su sucursal en Lyon, desde donde gestiona el despliegue de las líneas del sur de Francia y continua con los trámites para llegar a París. Entrar en la capital le daría permiso para operar en toda la red ferroviaria francesa.
Estudia entrar en los OSP en Francia
De hecho, preguntado por la prensa, Blanco ha asegurado que Renfe tiene la ambición de ser un “operador de referencia en Francia”, lo que pasa por gestionar líneas de AVE, así como “operaciones transfronterizas y las de servicio público”, haciendo referencia a los servicios de Obligación de Servicio Público (OSP). En España, equivaldrían a la red de cercanías y media distancia. Sin entrar en detalles, el presidente ha señalado que hay “diversos” concursos “abiertos”, que están “en estudio”.
Por otro lado, Blanco ha calificado el país vecino como su “mercado natural” que, en el mundo del ferrocarril, supone su “salida a Europa”: “A partir de hoy, es un elemento de conexión internacional”. Consultadas por este medio, fuentes de la compañía aseguran que el operador ya está estudiando la entrada a otros mercados europeos, una vez consolide su operativa en Francia.
En este sentido, un mercado lógico sería el de Europa Central y del Este. En 2021, la empresa adquirió el 50% del capital de Leo Express, una compañía ferroviaria checa de capital privado, lo que le permitió tener actividad en la República Checa, en Eslovaquia y en Polonia. Además, integrarse en Leo Express le permite acceder a licitaciones del mercado alemán, donde ha estado operando para FlixTrain un servicio Open Access de larga distancia entre Berlín y Stuttgart desde 2017. Por ahora, estos territorios solo tienen liberalizados los trayectos OSP y los de larga distancia, pero no los de alta velocidad.
Por otro lado, la empresa podría interesarse por Portugal. Actualmente, la española opera en el país luso en colaboración con Combos de Portugal la línea Vigo-Oporto, con dos salidas diarias. Iryo ya le ha echado el ojo al mercado portugués y se postula como candidato a entrar en la alta velocidad desde Lisboa a Galicia y Madrid.
Renfe se ha propuesto que el 10% de sus ingresos a partir el año 2028 provengan del mercado internacional. El año pasado, se adjudicó junto a Ineco y la alemana DB Engineering & Consulting, el proyecto de definición y de asesoría en la construcción de la alta velocidad Rail Baltica, la línea que enlazará las principales ciudades de Estonia, Letonia y Lituania.
Algo similar ha emprendido en México, con el Tren Maya, donde trabajará por la implementación del proyecto, prestando apoyo durante su construcción y siendo responsable de definir los requisitos de la operación y del mantenimiento. El resto de sus proyectos internacionales son el desarrollo de la alta velocidad en Arabia Saudí para unir La Meca y Medina, y el AVE para conectar Huston y Dallas, en Texas, en solo 90 minutos.