Recuperación a medias del turismo: la caída de reservas lastra los resultados de Amadeus

Amadeus suministra servicios tecnológicos a empresas turísticas, tanto a compañías aéreas como a hoteleras, por lo que su evolución sirve de termómetro para evaluar el estado del sector. La cotizada ya ha dejado atrás las pérdidas y la caída de ingresos que arrastraba en los últimos años, pero tanto a la tecnológica como al resto del sector les falta un empuje: recuperar la ocupación.

De hecho, la caída de las reservas en comparación con las cifras de 2019 es el factor que ha impedido a Amadeus dejar totalmente atrás la pandemia y sobrepasar los niveles previos al covid, un lastre que ni siquiera la inflación ha podido salvar. La empresa ganó 664,3 millones de euros en 2022, olvidando los números rojos, pero sus beneficios siguen un 40% por debajo de las cifras antes de la crisis sanitaria, según el informe de resultados comunicado a la CNMV.

En este aspecto, los ingresos crecieron 60% entre 2021 y 2022 hasta los 4.485 millones de euros, pero continúan uno 19% por detrás de 2019. Su evolución trimestral es un reflejo de como el turismo ha ido mejorando con el paso de los meses, tras un impacto inicial de la variante ómicron en el primer trimestre: la empresa dirigida por Luís Maroto pasó de ingresar apenas 900 millones en los primeros tres meses del año, a facturar una media de casi 1.200 millones trimestrales el resto del año.

El principal motivo de estas cifras es el lento crecimiento de las reservas aéreas y de los pasajeros embarcados. Uno de los negocios de Amadeus se basa en ofrecer servicios de distribución de reservas a las aerolíneas. Sobre estas reservas, a cierre del 2022 seguían un 32% por detrás de los registros previos a la pandemia, con Norteamérica siendo el único mercado donde opera la compañía que ha superado este obstáculo: en este segmento, las reservas crecieron en un 3% y ya suponen 30% del total gestionado por la empresa de IT.

Las menores reservas trasladadas a euros dejaron los ingresos de distribución aérea de la empresa con sede en Madrid un 27% por debajo de las cifras de 2019. La compañía tocológica subió precios, pero ni siquiera la inflación saneó la bajada de actividad. En este sentido, la facturación por reserva en distribución aérea aumentó un 7% en comparación con la cifra de hace cuatro años hasta los 5,42 euros, gracias a varios efectos positivos en los precios, como la inflación y otros ajustes anuales, las renovaciones y los nuevos acuerdos de distribución, y a un impacto positivo de los tipos de cambio.

Menos pasajeros, más precio

Algo similar sucede con otra de sus líneas de negocio, las soluciones tecnológicas para el sector aéreo. Los pasajeros embarcados de Amadeus se redujeron un 22% frente a 2019, mientras que Norteamérica repite como el único mercado que crece: deja atrás la pandemia y sube un 11%. De forma similar que la distribución, los ingresos por soluciones tecnológicas llegaron a los 1.500 millones, un 14% menos que en 2019.

Por pasajero, la inflación vuelve a impulsar la cifra, pero no lo suficiente como para compensar la bajada del tráfico. En concreto, los ingresos por pasajero embarcado crecieron un 11,4% hasta los 1,02 euros con respecto a 2019, principalmente debido a varias líneas de ingresos no vinculadas a la evolución del tráfico aéreo, que mostraron mayores tasas de crecimiento que los pasajeros embarcados; a la subida de precios y, de nuevo, al efecto positivo de los tipos de cambio.

Amadeus también ofrece soluciones a hoteles y otros actores del sector, pero este segmento aporta apenas un 17% de la facturación. Sin embargo, es la rama del negocio que mejor evolucionó: facturó 772 millones de euros, solo un 4% menos que antes del covid. Todas las líneas de ingresos vinculadas con los hoteles registraron mejoras trimestrales comparado con 2019.