Naturgy construye tres plantas fotovoltaicas en Extremadura con una inversión de 70 millones
Los tres parques fotovoltaicos podrán llegar a generar una potencia conjunta de 315 gigavations hora (GWh) al año
Acto de colocación de la primera piedra. Foto: Naturgy.
Naturgy acometerá una inversión por valor de 70 millones de euros en tres parques fotovoltaicos en Extremadura. Se trata de los complejos de El Encinar I, Los Naipes y Los Naipes II, que estarán emplazados en el municipio de Badajoz. Las tres instalaciones cuentan con una potencia individual de 50 megavatios (MW), si bien podrán llegar a generar una potencia conjunta de 315 gigavations hora (GWh) al año.
A lo largo de la fase de construcción de estos tres proyectos se generarán en torno a un millar de empleos, tanto directos como indirectos, tal y como ha destacado el grupo energético presidido por Francisco Reynés a través de un comunicado. En este sentido, cabe destacar que este miércoles ha tenido lugar el acto de colocación de la primera piedra con la consejera de Transición Ecológica y Sostenibilidad de la Junta de Extremadura, Olga García, y el alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera.
«Las tres nuevas plantas permitirán además desplazar el uso de otras fuentes de generación eléctrica convencional, contribuyendo a reducir más de 200.000 toneladas anuales de emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero», ha subrayado la compañía.
Desarrollo de 17 plantas fotovoltaicas
El proyecto ha requerido una labor de coordinación y colaboración con otros tres promotores de la zona, que en conjunto desarrollarán 17 plantas fotovoltaicas. Naturgy compartirá con ellos infraestructuras de evacuación al nudo de San Serván, lo que ha requerido una gestión coordinada de casi cinco años con la estrecha colaboración de la Junta de Extremadura.
La colaboración entre los distintos promotores ha permitido asimismo la puesta en marcha de un proyecto de investigación pionero, con la colaboración de la Universidad de Extremadura y bajo el auspicio de la Junta de Extremadura, que pretende llevar a cabo un plan de vigilancia y seguimiento ambiental común, a fin de evaluar de qué manera la actividad fotovoltaica influye en el terreno y la biodiversidad del entorno.
