La cruz de Naturgy con el GLP: deterioro de 112M en la red y caída de clientes
Las alternativas al gas natural han tenido éxito en ciertas zonas o para determinados clientes, pero en estos momentos han dejado de ser tan atractivas
Naturgy aguanta el tipo en el negocio del GLP, aunque las últimas noticias sectoriales no son del todo buenas. A nivel particular también ha tenido que llevar a cabo un deterioro de los activos de redes y, por lo que respecta al negocio en su conjunto, lleva años de caída de clientes. Así, aunque se trata de un sector con retribución regulada -y un gas con grandes ventajas-, la demanda es esencial.
Por lo que respecta a la parte financiera del negocio del gas licuado de petróleo, Naturgy reconocía en las cuentas del ejercicio 2022 un deterioro por importe de 112 millones de euros del inmovilizado material de los activos de distribución de GLP.
Explicaban desde la gasista presidida por Francisco Reynés que el importe recuperable calculado como valor razonable de los activos de GLP, que equivale a su valor en libros, es de 125 millones de euros, que fue determinado en base a diferentes valoraciones.
Pero no es la única noticia regular que ha recibido con respecto al pasado ejercicio. Recientemente, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha hecho públicos los datos del sector de 2022. Las cifras reflejan un negocio en plena contracción, sobre todo, por el cambio de tecnología que se viene dando desde hace unos meses.
En concreto, el número de clientes en el suministro regulado de GLP canalizado a finales de año fue de 410.255, lo que supone 26.315 menos que en el año anterior. Durante 2022, se reactivó la transformación de redes de GLP a gas natural, tras el parón producido por el covid en 2020 y 2021.
Cabe recordar que el suministro de GLP por canalización no está liberalizado y tiene una tarifa regulada (que se aprueba mensualmente). El término variable de la tarifa subió hasta el mes de abril de 2022 y, a partir de este mes, inició una senda descendente, para acabar el año en 97,1189 c€/Kg (lo que supuso un descenso interanual del 4%). En comparación con la tarifa regulada del gas natural, su precio se mostró más competitivo a partir del último cuatrimestre.
Por lo que respecta a las cifras por grupo empresarial, de momento sigue habiendo un liderazgo por parte de Nedgia (Naturgy), que fue el grupo con mayor cuota de ventas (43,8%), seguido de Redexis (22,2%), Nortegas (16,8%) y Madrileña (7,2%). El resto de las compañías sumaron en conjunto el 10,1% de las ventas en España.
En cifras totales del sector, en 2018 existían 434.000 clientes que usaban este GLP canalizado, mientras que al cierre de 2022 esa cifra que quedaba en 410.000 clientes. Una situación, lógicamente, que ha impactado también en una reducción de la demanda. Solo en el último año, con respecto al anterior, fue cercana al 7%.
Una tecnología muy aprovechable
Lo contradictorio en este ajuste a la baja del GLP es que se trata de un gas que posee numerosas ventajas comparado a los otros gases. Tiene un alto poder calorífico, es eficaz, versátil, tiene un impacto medio ambiental bajo, resiste a las temperaturas bajas (hasta menos 40 grados), es fácil de manipular y se puede distribuir de tres formas: envasado, granificado o a granel.
Esas ventajas le permiten competir contra el gas natural. Aunque los dos son seguros, incoloros e inodoros poseen varias diferencias que determinan lo que van a usar los consumidores.
El GLP tiene más poder calorífico que el gas natural, además resiste más a temperaturas bajas, es más fácil de suministrar comparado al gas natural porque no necesita infraestructuras (por lo cual es más popular el GLP en zonas rurales que en urbanas).
Ante este contexto, habrá que ver hasta qué punto las empresas siguen interesadas en invertir en este negocio. Algo que por el momento Redexis sí mantiene de activo tras las últimas compras que ha llevado a cabo.