De Mercadona a Lidl: el «capitalismo despiadado» de Podemos que crea 390.000 empleos en España
El sector de la distribución alimentaria, que aglutina a Mercadona, Carrefour o Lidl obtuvo en 2021 unos beneficios de 1.744 millones de euros, el 2,3% de su facturación
La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, ha cargado durante el fin de semana contra las grandes empresas de distribución alimentaria en España, entre las que se encuentran desde Mercadona, Carrefour o Lidl, por aprovechar la crisis económica derivada de la guerra en Ucrania para «hacerse de oro» con la subida del IPC e incluso ha tildado de «capitalista despiadado» –unas palabras que tampoco gustaron en el PSOE– al propietario del supermercado valenciano, Juan Roig, para defender sus medidas anticrisis con las que quieren topar los precios de la cesta básica.
Sin embargo, la realidad es que el sector de la gran distribución alimentaria, los supermercados, es uno de los más intensivos en creación de empleo, con casi 400.000 empleos directos en España en 2021.
En total, los ‘supers’ crearon 390.000 empleos directos en España en 2021 y 1.700.000 empleos indirectos (un 10% total del empleo en el país), tal y como revelan los datos publicados por Alimarket, el portal especializado en distribución. Asimismo, señala que el sector de la distribución alimentaria, que aglutina a Mercadona, Carrefour -aludidos por Belarra- o Lidl obtuvo en 2021 unos beneficios de 1.744 millones de euros, el 2,3% de su facturación.
Márgenes estrechos
Según los mismos datos, la gran distribución alimentaria obtuvo una facturación en 2021 cercana a los 71.000 millones de euros. A pesar de ello, el sector es precisamente uno de los que tiene márgenes más estrechos. Ello equivale a unos beneficios de 1.744 millones, el 2,3% de las ventas.
En concreto, la empresa de Roig en 2021 obtuvo 25.154 millones de euros y obtuvo un beneficio neto de 680 millones de euros, lo que representa un 2,7% de la facturación, pese a ser la reina de los supermercados. En el caso de Carrefour, a quien Belarra también apeló directamente, ingresó 9.471 millones, y obtuvo 328 millones, lo que supone un 4,6% de la facturación.
Lidl ganó un total de 5.144 millones de euros en 2021, aunque tan solo obtuvo un beneficio de 150 millones, lo que representa un 3,1% de la facturación. Por su parte, Eroski ingresó 4.295 millones y solo obtuvo de beneficios 118 millones, un 2,7% de su facturación, mismo margen que Mercadona.
Más atrás se queda Consum, que de los 3.113 millones que ingresó hace dos años, solo obtuvo un beneficio neto de 67 millones, un 2,2% de la facturación. Mucho más alejado de la teoría de Belarra, se encuentra Dia, que estuvo a punto de entrar en concurso de acreedores hace unos años y continúa perdiendo dinero. En concreto, ingresó 3.921 millones, de los que perdieron 186 millones, lo que representa una pérdida de un 4,4% de su facturación debido a costes y pagos.
Pese a que la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 cargara contra el sector de la distribución por «hacerse de oro» por la inflación y la guerra de Ucrania, los datos analizados por este medio evidencian que los ‘supers’ han sido las empresas menos rentables frente a otros ámbitos como el textil, energético o la banca pese a facturar miles de millones por la inflación.
La rentabilidad más alta la luce la banca, que multiplica por 10 veces la de los ‘supers’: Santander ganó casi 20 euros por cada factura de 100 en 2021. En cuanto al sector energético, Iberdrola facturó el año pasado más de 39.000 millones y ganó casi 4.000 millones, por lo que se lleva menos de 10 euros de beneficio pro cada 100 que ingresa.