Iberdrola prende el debate nuclear en plena campaña: supone el 40% de su generación eléctrica

La energía nuclear ha entrado de lleno en el debate político tras la intención del Partido Popular de prolongar su vida útil; y poco a poco se va cargando de argumentos

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Las cifras son tozudas. Y el papel que juega la energía nuclear en España no deja lugar a dudas: el 20% del consumo eléctrico en España proviene de esta tecnología. Es decir, todavía mantiene un rol esencial a la espera que de las renovables tomen un control dominante. Algo que ha puesto de manifiesto Iberdrola con la publicación de su balance eléctrico de los primeros seis meses de 2023. 

En concreto, en suelo español, la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán generó 30.932 GWh en lo que va de año, según la información previa remitida a la CNMV antes de la presentación de los resultados semestrales. Se trata de un 11% más que el pasado ejercicio, y uno de los datos más curiosos es el enorme peso que toma la tecnología nuclear dentro de este mix de producción. 

La cifra se elevó hasta los 12.155 GWh, un 3% más que en los primeros seis meses de 2022. Y al evaluar los porcentajes con respecto al resto de fuentes de producción, resulta que la energía nuclear representa casi el 40% del total. Unos datos provocados por la caída de la generación con eólica, ciclos combinados y cogeneración.  

Aunque lo que pone más en valor estos datos sobre la energía nuclear es el descenso continuo, desde hace tres años, de la tecnología eólica. De igual manera, y pese a que este año se ha recuperado la producción hidráulica, también se confirma la volatilidad que tiene esta fuente de energía, y lo dependiente que es de un bien tan escaso como el agua.  

Estas cifras son gasolina argumental para el Partido Popular que ha centrado parte de su campaña electoral en una defensa de la energía nuclear debido, precisamente, a la falta de madurez absoluta de las renovables. No obstante, en este debate también debería ponderarse el margen temporal: hasta 2027 no llegan los primeros cierres de reactores nucleares. Por tanto, habría un margen para que estos bandazos de la eólica y la hidraulica fueran controlables. 

El momento decisivo para la nuclear 

Ante este contexto, y teniendo en cuenta las cifras de alguien tan representativo como Iberdrola, la formación popular debería aprovechar y poner en valor su propuesta. El problema es que, una vez presentado el programa electoral, el Partido Popular ha rebajado su propia iniciativa

En concreto, desde el PP se han limitado a decir, ahora, que su único cometido será lanzar una propuesta al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para alargar la vida útil de las centrales, y que la decisión final no está en sus manos.  

En realidad, se trata del paso lógico. Es decir, el PP lleva desde hace un año viéndose con diferentes agentes del sector cómo abordar la temática. Y es que, pase lo que pase, la decisión final depende de muchas partes: CSN, empresas, Gobierno, Enresa (residuos)… 

Además, otra parte del debate sobre la energía nuclear tiene que ver con el marco temporal. Es cierto que, con las cifras sobre la mesa, esta tecnología en estos momentos es totalmente necesaria. ¿Pero lo será en 2027? ¿Tendrá el mismo peso en el mix productor de Iberdrola cuando la compañía añada todos los MW que tiene en su hoja de ruta? 

La cita electoral se echa encima, y todavía no se ha hablado sobre la situación. En caso de gobiernos socialista, habrá que jugársela a ver qué sucederá en 2027 cuando se empiecen los cierres. En caso contrario, también será una lotería saber en 2030 cómo convivirán más de 200 GW de renovables con la actual potencia nuclear.

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