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Puente de diciembre, se para España: el problema no es la cantidad de festivos, sino su organización
España se adentra estos días, otra vez, en una concatenación de días festivos que dejará una semana de baja productividad. Tras los puentes del mes de noviembre, llega el de diciembre a las puertas de las fiestas de Navidad. Salvo los sectores más vinculados a la actividad turística, el resto de actividades funcionará al ralentí.
España es uno de los países de Europa con más festivos públicos, con catorce, al igual que Suecia, mientras que los que menos tienen son Países Bajos, Inglaterra y Gales, con sólo ocho. La mayoría de países europeos cuenta con entre diez y doce feriados.
En el contexto europeo, el problema de España no es el total de festivos, sino el hecho de que, si caen entre semana, no se trasladan al lunes anterior o viernes posterior, cómo sucede en muchos países.
A finales del pasado siglo, la CEOE se estrelló con el Gobierno y la Conferencia Episcopal para eliminar los puentes festivos
En el Estatuto de los Trabajadores se otorga al Gobierno central la potestad de trasladar un festivo que caiga entre semana al lunes inmediatamente posterior.
A finales del siglo pasado, la CEOE lanzó una campaña para eliminar los puentes. Se estrelló con la oposición del Gobierno y de la Conferencia Episcopal. En 2011, Cepyme, CEOE y Funcas nuevamente impulsaron una racionalización del calendario de festivos.
En 2016, la CEOE puso otra vez el tema sobre la mesa. Instó a mover al lunes algunas de las fiestas de ámbito nacional que tienen lugar entre semana “y, en concreto, las del 15 de agosto, el 1 de noviembre y del 6 de diciembre».
El Ejecutivo socialista lo intentó en 2022, pero en este caso Comunidades Autónomas y municipios frenaron la iniciativa.
Por otra parte, una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de febrero de este año concluyó que un festivo que caiga en sábado o domingo no debe ser reconocido por la empresa. El tribunal argumentó que el día festivo «no tiene como finalidad el descanso laboral, entendido como medida de salud laboral”, sino que se trata de una cuestión cultural.
Estado, Comunidades, Vaticano
En España disponemos de un máximo de catorce festivos anuales obligatorios y remunerados. Doce festividades son estatales y autonómicas. Ocho de ellas no pueden ser remplazadas por las Comunidades Autónomas, a menos que caigan en domingo.
Las Comunidades Autónomas tienen la potestad para decidir sobre cuatro festivos. Los municipios eligen los dos restantes. En muchos convenios colectivos se conceden días libres adicionales, tales como el 24 y 31 de diciembre. Tanto en 2023 como 2024, los trabajadores gozarán de cinco fines de semana largos al haber festivos obligatorios que caen en viernes o lunes.
El Estado delimita trece posibles fechas como festivas. Dos son de carácter cívico (12 de octubre y 6 de diciembre); tres en concordancia con el Estatuto de los Trabajadores (1 de enero, 1 de mayo y 25 de diciembre); y ocho según lo acordado con el Vaticano en 1979: 15 de agosto, 1 de noviembre, 8 de diciembre, Viernes Santo, Jueves Santo, 6 de enero, 19 de marzo y 25 de julio.
En la transición, nuestra tradición católica y la herencia franquista influyeron en la conclusión del acuerdo con el Vaticano para determinar días festivos
Aunque España es oficialmente laica, el artículo 3 del tratado sellado con el Vaticano en 1979 fija que “de común acuerdo [entre el Estado y la Santa Sede] se determinará qué otras festividades religiosas son reconocidas como días festivos».
Durante la dictadura franquista, las fiestas laborales se ajustaban al Código de Derecho Canónico. En el contexto de la transición, nuestra tradición católica y la herencia franquista influyeron en la conclusión del acuerdo con el Vaticano.
La tasa diaria de fallecidos en las carreteras españolas durante el puente de diciembre es la mayor del año tras la de verano
En 2022, según Eurostat, la productividad española (92) se situó por debajo de la media de la UE (100). Superamos a quince países y doce obtuvieron una mayor anotación, siendo Irlanda líder con 223, seguida de Bélgica (131), Dinamarca (122), Suecia (115) y Austria (114). Pero la productividad es resultado de muchos factores.
Algunos analistas destacan que mayor descanso y posibilidad de conciliar la vida laboral con la familiar incrementan la productividad. Atribuyen la baja productividad española a una cultura presentista de acumulación de horas en el puesto de trabajo. No se premia suficientemente el cumplimiento de objetivos. La prevalencia de los contratos temporales también es perjudicial.
Festivos en la UE y en EE UU
La Unión Europea, mediante directivas de 1993 y más recientemente a través del Parlamento Europeo, exige que cualquier trabajador disponga de un mes de vacaciones pagadas, dejando su aplicación a los estados miembros. El Estatuto de Trabajadores español, en su artículo 38, establece que “en ningún caso” las vacaciones pagadas serán menos de 30 días, y pueden ser más.
La OCDE calcula que, en 2023, en nueve países europeos los trabajadores disfrutaron de los siguientes días de vacaciones remunerados: Francia (30 días), Reino Unido (28), Austria (25), Dinamarca (25), Finlandia (25), Noruega (25), España (25), Suecia (25) y Portugal (22). En este total no se contabilizan las fiestas públicas, que en el caso español son 14.
En 2019, los españoles trabajaron 250,28 días. Fue el sexto país de la UE con menos días laborables. En ese año, los datos del BCE destacaron que Polonia fue el país dónde más se trabajó (255,26 días) y Austria (249,30 días) el que menos.
En Estados Unidos, desde 1971, si un festivo cae en sábado, se celebra el viernes precedente; si recae en domingo se observa el lunes
En España contamos con festivos estatales, autonómicos y locales. En otro extremo se situarían Estados Unidos y Reino Unido.
En EE UU hay once festivos nacionales que fija el Gobierno y que son de descanso para funcionarios no esenciales. El sector privado tiene libertad a la hora de seguirlos o no. Desde 1971, si un festivo cae en sábado, se celebra el viernes precedente. Si recae en domingo, se observa el lunes. Este sistema permite una excelente planificación para actividades económicas, complicadas inversiones y acontecimientos. En EE UU no hay festivos regionales (de los estados) o locales.
Lo mismo sucede con el sistema de los bank holidays en el Reino Unido, cuando a un fin de semana se le suma un festivo que cae en lunes o viernes.
Festivos y salud
A menudo se produce el siguiente escenario. Si en una semana hay un festivo en un jueves, muchos empleados se esfuerzan en cumplir sus tareas con gran rapidez, que no es sinónimo de calidad. Esperan así generar un clima en el cual su jefe les permita librar también el viernes.
Esto conlleva que millones de españoles se lanzan a las carreteras y autopistas después de haber protagonizado un sprint para merecerse el puente. En muchos casos, tal sprint sumado al desplazamiento al lugar de descanso no redunda en beneficio de la salud del trabajador.
La Dirección General de Tráfico elaboró un amplio estudio sobre la siniestralidad en el periodo 2012-2021. Durante dicha década, se contabilizaron más de 230.000 accidentes con víctimas (y 4.600 fallecidos) en época de vacaciones, 165.000 de ellos en verano (3.300 fallecidos).
La tasa de fallecidos diaria en verano fue de 5,4. Le siguen en mortalidad la tasa diaria durante el puente de diciembre (4,92), Navidad (4,6), Semana Santa (4,35) y periodos no vacacionales (4,35).
La aglomeración de festivos y puentes es particularmente nociva en el último trimestre. Después de tres meses de vacaciones escolares, en Cataluña se libra el 11 de septiembre (festivo autonómico), 24 de septiembre (festivo de Barcelona), 12 de octubre (estatal), 1 de noviembre (estatal), 6 de diciembre (estatal), 8 de diciembre (estatal), 25 de diciembre (estatal), 26 de diciembre (autonómico), 31 en muchas empresas, 1 de enero y 6 de enero. Es habitual que a inversores que muestran interés por instalarse en Cataluña a principios de diciembre se les recomiende aplazar su visita hasta después de Reyes.
España debería dotarse de un sistema de festivos estatales y autonómicos. Los municipios no quieren perder la tradición de sus fiestas patronales y ferias. En una economía globalizada, competir a nivel internacional exige sacrificios.