El 70% de las empresas superan sus expectativas para 2023, pero encaran 2024 con incertidumbre
El estado de opinión positivo del ejercicio actual está presente en todas las empresas, con independencia del tamaño y su actividad
Siete de cada diez empresas cumplen o superan sus expectativas en 2023, pero cerca de una de cada dos encaran el año que viene con incertidumbre. Así lo refleja el último estudio sobre el clima empresarial en España publicado por Cámara de España, en colaboración con Sigmados, que ha presentado este martes.
El estado de opinión positivo del ejercicio actual está presente en todas las empresas, con independencia del tamaño y su actividad. Sin embargo, en cuanto a las perspectivas para el 2024, el tono se deteriora ligeramente, llegando a igualarse la cantidad de empresas optimistas (48,9%) y pesimistas (48,5%). En esta línea, los sectores con perspectivas menos positivas para el año que viene son el agroalimentario, el comercio y la construcción.
Extrapolando los datos a los empresarios, el nivel de optimismo es parecido, mostrando un 50,8% de empresarios que se muestra muy o bastante optimista respecto a su evolución en 2023, frente a un 46,6% que dice ser poco o nada optimista. De cara al 2024, los empresarios se muestran “claramente” negativos. Asimismo, un 44,3% de las empresas creen que la evolución del conjunto de la economía empeorará.
Las ventas en el exterior y las importaciones de suministros son los dos ámbitos en los que las empresas esperan una mejor evolución el próximo año después de un aumento de precio de hidrocarburos y alimentos que, según Bonet, nada tiene que ver con la reciente guerra en Israel. Además, esperan un comportamiento negativo sobre los costes laborales, los precios de consumo y las condiciones de acceso a la financiación.
Según el presidente de la Cámara de España, José Luis Bonet, “las empresas españolas viven un 2023 mejor de lo que esperaban, pero la inflación (38%), los tipos de interés al alza (37%) y la elevada presión fiscal (29%)” constituyen los principales factores de riesgo para la actividad empresarial, junto a la subida del coste de los suministros y costes laborales y a la escasez de mano de obra.
“El conjunto de la economía española no va nada bien. Pero los empresarios se muestran optimistas, una paradoja que ya ocurrió el año pasado”, ha concluido Bonet. En esta línea, ha apuntado al papel del Gobierno en “mejorar el ánimo de los empresarios”, a través de “una política donde la empresa sea el centro”. Bonet ha apostado por un mayor consenso político, encarnado en “pactos de Estado para acometer las reformas necesarias”.
En opinión de Bonet, “el ánimo de los empresarios y su determinación a superar la crisis se pueden ver mermados si no se toman medidas que les ayuden a hacer frente tanto a la inflación como a la elevada presión fiscal que sufren”.
Fondos de recuperación «Next Generation»
La encuesta revela que el grado de conocimiento sobre los fondos de recuperación Next Generation EU sigue en aumento. El 56,5% de las empresas conoce los fondos, lo que supone un incremento de más de 2 puntos porcentuales en un año y son las empresas de 10 a 99 empleados y de los sectores industrial y agroalimentario las mejor informadas de su existencia.
Asimismo, un 41,5% de las empresas saben acceder a las ayudas, tres puntos porcentuales más que el año pasado, y un 21,6% las han solicitado. Entre este último grupo, el 52,1% afirma que la experiencia ha sido satisfactoria.
A pesar de ello, las empresas continúan siendo escépticas respecto a que los fondos Next Generation “cumplan su objetivo de modernizar el tejido empresarial español”, según Bonet. Sólo un 25,2% confía en su potencial para alcanzar este objetivo. Con todo, el presidente de Cámara de España ha mostrado su confianza en una prórroga de los fondos hacia las empresas de más de 50 y hasta 250 empleados.