Yolanda Díaz y el enigma del paro: 1,1 millones de ocupados son a la vez demandantes de empleo

Los demandantes de empleo ocupados no cuentan en el paro registrado y los integran seis situaciones laborales distintas, como los fijos discontinuos, a la espera de que el Ministerio de Trabajo desglose los datos

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del martes. EFE/ Javier Lizón.

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del martes. EFE/ Javier Lizón.

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La cifra de paro registrado, utilizada mensualmente para medir el buen o mal tono del mercado laboral, se encuentra en mínimos desde 2007: 2.837.653 personas en diciembre de 2022. Sin embargo, este dato solo recoge a aquellos que demandan empleo y no tienen trabajo, quedando al margen otra suma no desdeñable de personas que, a pesar de estar ocupadas y no contar como paradas, también se inscriben en el Servicio Público de Empleo estatal (SEPE) para, en la mayor parte de los casos, cobrar la prestación contributiva por desempleo.

Estos últimos son los categorizados por el SEPE como demandantes de empleo ocupados, es decir, aquellos que están ocupados o tienen suspendida -no finalizada- su relación laboral por algún motivo. En diciembre de 2022 ascendían a 1.102.523 personas, un 24,2% más que en el mismo mes de 2019 (887.599), antes de la pandemia y de la reforma laboral impulsada por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

Estas dos fechas, pandemia y reforma laboral, han distorsionado los datos de paro registrado al aumentar, en primer lugar, las personas en ERTE y, en segundo lugar, las contrataciones en la modalidad fija discontinua. Los trabajadores en ERTE no cuentan como parados y tampoco lo hacen los trabajadores fijos discontinuos mientras se encuentran en periodos de inactividad, aunque ambos deben registrarse como demandantes de empleo si quieren cobrar el paro.

Tampoco cuentan como demandantes de empleo parados, pero sí ocupados o con relación laboral, otras cuatro categorías más: perceptores de prestaciones adscritos en trabajos de colaboración social; trabajadores eventuales agrarios subsidiados; demandantes ocupados agrícolas y afiliados a la seguridad social tanto en el régimen general como en el de autónomos que busquen mejorar su empleo. Lo cual hace imposible saber en qué medida engrosan esta cifra las personas en una o en otra situación y ha llevado a centros de estudios académicos como BBVA Resarch y Fedea y a los sindicatos UGT y CCOO a exigir un desglose al ministerio de Yolanda Díaz para conocer en qué medida el paro registrado está distorsionado.

Lo que sí se observa, según los datos del SEPE, es que los demandantes de empleo ocupados habían estado los últimos años en el entorno de los 800.000, pero se dispararon en 2020 con la pandemia (2.855.841 personas en diciembre) y, desde entonces, han descendido hasta el entorno de 1 millón. Cifra que se ha rebasado ligeramente en noviembre y diciembre de 2022 después de meses a la baja. Contando con este repunte, la cifra total de demandantes de empleo no parados ascendió a 1.574.211 personas en diciembre y creció respecto a los meses anteriores frente al descenso de los demandantes de empleo parados, 2.837.653 ese mes, como se ha señalado al inicio.

262 euros por alargar la actividad

Aunque no sepamos por el momento el desglose de la categoría demandantes de empleo ocupados, sí conocemos por la Seguridad Social (con tres meses de retraso) el número de personas en ERTE, por lo que el colectivo más amplio de este conjunto sin datos es el de personas fijas discontinuas que están inactivas.

Los inactivos con contrato fijo discontinuo previsiblemente se incrementarán en los próximos meses al haber reemplazado estos contratos a los antiguos temporales de sectores estacionales, como el turismo, la hostelería, el comercio o la logística, los cuales tienen menos carga laboral en los primeros meses del año. No obstante, la nueva regulación de bonificaciones a la contratación publicada este miércoles en el BOE busca evitar parcialmente esta inactividad, dando 262 euros al mes por trabajador a las empresas de dichos sectores que prolonguen el periodo de actividad de los trabajadores.

El ministerio publicará los fijos discontinuos inactivos

La contabilización estadística del paro registrado ha sido igual desde una Orden Ministerial del 11 de marzo de 1985, pero las nuevas realidades obligan a desglosar más los datos, como han demandado los académicos y los sindicatos. Sin olvidar que desde el principal partido de la oposición se ha acusado al Ministerio de Trabajo de «maquillar» los datos del paro.

Ante las críticas, Yolanda Díaz ha encargado a los equipos técnicos de su cartera que inicien las tareas para desagregar toda la información sobre los empleados con contrato fijo discontinuo con el fin de que se pueda conocer cuáles están en activo y cuáles no. Desde el ministerio defienden que ningún Ejecutivo ha publicado con anterioridad estos datos.

Los trabajadores con contrato fijo discontinuo se han disparado desde abril por la eliminación del contrato de obra o servicio con la reforma laboral. Según la Seguridad Social, en diciembre se registraron, de media, 833.648 afiliados, un 118,2% más que en el mismo mes de 2021 y un 76,9% más que en marzo. Lo que, a pesar del aumento, sigue suponiendo un porcentaje bajo (6,9%) del total de afiliados con contrato indefinido: 12.071.298 personas de media en diciembre.

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